La Policía se personó en la casa el domingo y detuvo a las tres personas. | Javier Coll

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Un allanamiento de morada en el núcleo turístico de Es Grau ocurrido el domingo, derivado de unas discrepancias familiares acabó con la intervención de la Policía Nacional para detener a dos hombres y una mujer como presuntos autores del delito.

La casa pertenece al padre de uno de los detenidos, todos ellos naturales de la Isla, aunque es su hermana quien vive en ella desde hace muchos años, sin que el inmueble figure a su nombre. Al parecer la mujer había decidido alquilar la vivienda a una arrendataria con la que ya había firmado el contrato de alquiler para que entrara en la casa el mismo domingo.

La supuesta titular abandonaba la Isla durante un tiempo el mismo domingo, de ahí que había decidido alquilar la casa.

Según la información policial, el hermano, acompañado por su pareja y un amigo, al tener conocimiento que su hermana dejaba la vivienda de Es Grau temporalmente, decidió entrar en ella forzando la cerradura lo que alertó al vecindario que dio cuenta a la Policía Nacional a la Local.

Cuando las patrullas llegaron a la casa encontraron a las tres personas dentro. El hijo del propietario de la vivienda admitió que había entrado en ella porque también era suya. En ese momento llegó la nueva inquilina que se mostró muy sorprendida al encontrar a la gente y a los policías en la casa de la que iba a tomar posesión tras haber firmado el contrato de alquiler con la hermana de uno de los detenidos.

Como quiera que la mujer pudo acreditar ese contrato ante los agentes, estos procedieron a la detención de las tres personas que habían forzado la cerradura, les intervinieron las herramientas utilizadas para lograrlo y los condujeron a Comisaría.