La madre y la hija acudieron al local de okupas, supuestamente, en busca de venganza.    | Josep Bagur Gomila

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Dos personas han sido imputadas por la Policía Nacional de Maó, como presuntas autoras del delito de incendio perpetrado a primera hora de la mañana del pasado martes en la casa de okupas, situada en el número 29 de la calle Vasallo, de esta ciudad. Ambas han quedado vinculadas a los hechos pero no han sido detenidas mientras continúa la investigación y se instruyen las diligencias que deben concluir en el juicio oral.

Según ha podido saber Menorca - Es Diari, las dos personas imputadas son la menor de 17 años, que denunció haber sido violada por uno de los moradores de esa cada de okupas el jueves de la pasada semana, y su madre, de 35. Varios testigos han asegurado que las vieron entrar y salir juntas del inmueble momentos antes de que se declarara el incendio que supuso la quema de colchones, parte de un sofá y otro mueble.

Las sospechas policiales estriban en que la madre, acompañada por su hija, acudió al inmueble de okupas con el firme propósito de incendiarlo como represalia contra el presunto agresor sexual que no se encontraba en el local cuando ellas actuaron a primera hora de la mañana del martes.

Cuando los bomberos y agentes entraron en el inmueble, vieron varios colchones amontonados que habían sido prendidos, presuntamente, para provocar el incendio, como así ocurrió. No había nadie en el interior de la vivienda en esos momentos en los que las llamas y el humo comenzaban a expandirse.

La Policía ha remitido el resultado de la investigación al Juzgado de guardia y a la Fiscalía de Menores por la presunta implicación de la adolescente en el incendio.

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Los hechos quedan vinculados a la denuncia que había hecho la menor en Comisaría, acompañada por su madre, horas antes de que se produjera el fuego. Ella aseguró que un hombre al que conoce, de 45 años y origen dominicano, la había violado el jueves anterior después de haberle ofrecido drogas. En un momento dado, el hombre comenzó a desvestirla para acto seguido agredirla sexualmente sin su consentimiento, ya que estaba bajo los efectos de las drogas.

La menor, actualmente tutelada por el Consell, no habría informado a su madre de la agresión sexual hasta dos días después. En ese régimen de tutela cautelar madre e hija tienen concertados diversos encuentros y en uno de ellos fue cuando la menor le narró la agresión que habría sufrido.

La madre la acompañó al hospital para el reconocimiento pertinente y después acudieron a poner la denuncia en Comisaría. Fue a continuación cuando ambas se habrían dirigido a la casa de okupas para ejercer algún tipo de represalia sobre el presunto agresor sexual, lo que les habría llevado a provocar el incendio, según la investigación policial.

La pareja de la madre también acudió el exterior de la casa a primera hora del martes profiriendo amenazas al acusado de violación a su hijastra con un objeto contundente, aunque no se concretaron.

Horas después, la Policía detuvo al presunto agresor en la Estación de Autobuses tras realizar una batida por las calles próximas. El juez ordenó el jueves su ingreso en prisión provisional.