La escultura, instalada desde hace más de 10 años en Mongofra, ha sido arrancada.

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La escultura «La aguja de la giganta», que está instalada desde 2012 en la playa de Mongofra, ha desaparecido de su emplazamiento natural, del que ha sido arrancada en los últimos días sin que se conozca la autoría de este acto vandálico culminado, además, con mofa. Junto al pedestal que sujetaba la escultura de madera los responsables de la gamberrada han dejado pintado sobre un cartón la frase en inglés: «Aguja go home». La escultura, de cinco metros de altura, es obra de la artista Nuria Román.

Los hechos lo ha dado a conocer el conseller de Cultura del Consell de Menorca, Miquel Àngel Maria en sus redes sociales, donde ha expresado «su indignación, tristeza y perplejidad».

Asimismo, Maria ha asegurado que se hará todo lo posible para identificar a los autores de esta «gamberrada», que considera «un menosprecio a los artistas de la isla, un insulto a la cultura y a la sensibilidad». Con todo, ha anunciado que el Consell, institución a la que se cedió la escultura, denunciará los hechos ante la Guardia Civil.

Imagen de archivo de la escultura.
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«La aguja de la giganta» es una obra land-art de la artista Nuria Román que formaba parte de un proyecto global para unir, coser y restablecer las fracturas del planeta de forma simbólica, en el paralelo 40. El pasado noviembre la escultura se convirtió en foco de controversia al conocer el informe negativo del director del parque natural de S'Albufera des Grau, contrario a su ubicación, que hizo suyo la Demarcación de Costas al tiempo que la Conselleria de Medio Ambiente instaba a que fuese retirada. La aguja de la giganta se hallaba en un área de conservación predominante, no disponía de permiso y su permanencia en la playa creaba un precedente, explicó entonces Llorenç Mas, director general de Espacios Naturales y Biodiversidad del Govern.

El Consell, que posee la titularidad de la escultura durante cuatro años por cesión de la artista, salió en defensa de la escultura y alegó ante Costas la resolución, aunque el conseller de Cultura, Miquel Àngel Maria, llegó a considerar que si era imposible su continuidad en esa ubicación habría que buscar una alternativa consensuada con Román y el Govern. Entre esas opciones se barajó cualquier lugar desde Favaritx al interior, para salir por la parte urbana del puerto de Ciutadella, que es por donde transcurre el paralelo 40, e incluso se planteó el Port d'Addaia como solución, a la que se opuso la artista. Román indicó que el sentido de la aguja solo se manifestaría en Mongofra, de donde había surgido el tronco con el que esculpió la escultura.

Desde entonces no se conoce que Costas se haya respondido a la alegación por lo que la escultura seguía levantada en su emplazamiento original hasta que ha sido destruida por los vándalos.