El acusado, asistido por una traductora, durante el juicio celebrado este lunes en la Audiencia Nacional. | Borja Sánchez-Trillo - Efe

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Aditya Verma, el joven británico que escribió en la red social Snapchat «De camino a volar el avión, soy miembro de los talibanes» antes de subirse a un vuelo de Easyjet con destino a Menorca, ha reconocido este lunes, durante el juicio en la Audiencia Nacional, haber enviado el mensaje pero a un grupo privado, del que solo formaba parte él mismo y otros seis amigos, y aseguró que «no quería causar un daño público ni movilizar servicios».

Este estudiante universitario, que fue detenido en Menorca el 3 de julio de 2022 tras la alarma terrorista que generó su mensaje, está acusado de un presunto delito de desórdenes públicos con afectación a la seguridad nacional, y se enfrenta al pago de una indemnización por responsabilidad civil de 94.782 euros, el coste acreditado por el Ministerio de Defensa por el despegue del caza que escoltó al avión comercial presuntamente amenazado.

Además el fiscal reclama una multa durante 15 meses a razón de 50 euros diarios por el coste del despliegue de medios que causó una broma que, en todo momento el acusado ha admitido, pero siempre creyendo que quedaba en el ámbito privado. Precisamente la defensa de Aditya Verma, cuya abogada pide para él la libre absolución, se ha basado en esa supuesta vulneración de la intimidad y del secreto de las comunicaciones, y ha afirmado que las vacaciones del joven se convirtieron en una «pesadilla» al ser «víctima de su propia broma».

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En el juicio, que ha podido seguirse por el canal de Youtube de la Audiencia Nacional, se ha puesto de manifiesto lo complejo de este caso, ya que el mensaje de Verma fue captado antes del despegue del avión en el aeropuerto de Gatwick, Reino Unido, el avión atravesó espacio aéreo francés y finalmente se juzga en España porque es donde tomó tierra. El tribunal debe resolver ese conflicto internacional y también decidir sobre cómo trascendió el mensaje publicado en un grupo privado de Snapchat, algo que no han llegado a aclarar las pruebas periciales.

Los servicios de seguridad británicos no explicaron, según el testimonio de los peritos, cómo captaron el mensaje. El acusado ha asegurado que ninguno de sus amigos lo compartió, «no me llegó ninguna notificación de la aplicación», y ha añadido que utilizó sus propios datos del teléfono móvil para enviar la foto y el texto, aunque también ha admitido que no sabe si alguno de sus amigos utilizaba la red wifi del aeropuerto, una posible vía de captación del mensaje por parte de la seguridad del aeropuerto británico.

El abogado del Estado ha recordado en su intervención que aceptar los términos y condiciones de uso de una red pública de wifi permite que los datos enviados sean objeto de control.

El juicio de lo sucedido en julio de 2022 en el vuelo entre Londres y Menorca ha quedado hoy visto para sentencia en la Audiencia Nacional.