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La nueva Junta de Caixers de las fiestas de Sant Joan 2018-19 posó este domingo por primera vez. En la sesión del acto institucional del 9 de Juliol de Ciutadella se dio lectura a los nombramientos efectuados por la Junta de Caixers Senyors; el nuevo caixer senyor y el rector de la Catedral, que designa al caixer capellà del bienio.

La junta está formada por Julio de Olives, caixer senyor; Gerard Villalonga, vicario general de la diócesis, caixer capellà; Pedro Marquès Taltavull, l'amo de Santa Victòria, caixer pagès de tramuntana; Pedro Moll Gelabert, l'amo de Lloc de Monges, caixer pagès de migjorn; Martí Faner Marquès, zapatero, caixer casat; y Joan Bosch Fedelich, l'amo de Son Olives, caixer fadrí pagès.

Conferencia institucional

«Si por una cosa existe la historia es para intentar aprender de ella». La frase pronunciada por Martí Carbonell invitó a reflexionar al público que ayer abarrotó el Salón Gótico del Ayuntamiento de Ciutadella. El contexto histórico de la desgracia del año 1558 con motivo del asalto turco a la ciudad sirvió para que el conferenciante de la fiesta del 9 de Juliol realizara una intervención rica en información histórica pero especialmente reivindicativa en pos de conseguir vivir en un mundo mejor.

Empezó por el principio, por «esos hechos que todavía nos golpean» a los que Carbonell, historiador y arqueólogo de la Sección de Historia del Institut Menorquí d'Estudis (IME), hacía referencia en el título de su intervención y que tuvieron lugar hace 459 años. Tras rendir un homenaje a todos aquellos menorquines que padecieron la desgracia y dieron su vida para defender su tierra, Carbonell puso el acento en que «fue una desgracia de aquellas que marcan a un pueblo y no solo durante unas horas, sino que se alargó durante demasiadas décadas». Un acontecimiento que «también nos forjó, marcó y unió hasta llegar al día de hoy en el que honramos a nuestros antepasados».

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