La música se encargó de ambientar otra noche con encanto. | Javier Coll

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Con menos antorchas de las habituales, pero manteniendo la esencia de una fiesta tan tradicional como la que se celebra cada verano, Alcalfar se volvió a iluminar una vez más, y lo hizo ajustándose a las mediadas de seguridad recomendadas desde de la Conselleria de Medio Ambiente del Govern balear.

Finalmente, el viento sopló por debajo del límite de los 10 kilómetros por hora, lo que no impidió que tuviera lugar el espectáculo de pirotecnia. Otra noche con encanto en Alcalfar, que se ambientó con una actuación musical para redondear la fiesta.