El periodista y editor del «Menorca», Josep Pons Fraga, ayer en la iglesia del Carmen.  | Katerina Pu

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«La Semana Santa nos invita a la reflexión y la oración, pero también a ejercer con responsabilidad, sin soberbia ni pedantería, nuestra condición de cristianos. Desde el convencimiento del sentido y el acierto de la concepción cristiana de la vida, la convicción y el inmenso trabajo que realiza la Iglesia católica, empezando por la realidad local de las parroquias y la diócesis de Menorca, con dignidad y sin temor a ser excluidos, con valentía para evitar ser silenciados y arrinconados», aseguró ayer el periodista, editor y consejero de «Es Diari», Josep Pons Fraga, durante el pregón de Semana Santa que tuvo lugar en la iglesia del Carmen, en Maó.

Josep Pons Fraga subrayó que la Semana Santa  aporta un acervo de tradiciones que forman parte de la cultura popular de Menorca, conservada y transmitida durante generaciones en lo que constituye una genuina expresión de la piedad y la religiosidad de los menorquines. «Arte sacro, relato del Nuevo Testamento, oración y silencio ante la Pasión y Muerte de Jesús, que nos conmueven, emocionan y estremecen, y nos sitúan en la Historia de la Humanidad», apuntó.

Señaló que las cofradías y hermandades no son en absoluto la expresión de una Iglesia anticuada, que no ha sabido renovarse, sino entidades dinamizadoras de la formación cristiana, la espiritualidad y la acción social desde cada una de las parroquias en las que están incardinadas. «En el caso de Menorca, con una clara dimensión diocesana, son transmisoras de las familias y el conjunto de la sociedad. De ahí el papel relevante que desempeñan las cofradías, que puede resumirse gráficamente en la locución latina ‘Ora et labora’, que resume la vida monástica de los benedictinos: rezar y alabar a Dios, y al mismo tiempo trabajar para difundir el mensaje de Cristo», aseguró.

Nueva etapa

En el tramo final del pregón, Pons Fraga también se refirió a la próxima ordenación episcopal de Gerardo Villalonga el próximo día 22 de abril en la Catedral de Menorca, en Ciutadella, dando inicio a una nueva etapa en la historia de la diócesis menorquina. «El obispo Villalonga quiere contar con todos los menorquines, sin excluir a nadie. Y a partir del 22 de abril le corresponderá guiarnos como padre y pastor, fortaleciendo nuestra fe y cuidando nuestras almas», subrayó.

El apunte

Ejercicio de exigencia para informar sobre las actividades de la Iglesia

Josep Pons Fraga señaló que la profesión periodística constituye un ejercicio diario de exigencia para los periodistas que quieren aplicar con coherencia los valores y las enseñanzas del Evangelio, como son la santidad, la verdad, la justicia, el amor y la paz, frente al dinero, el poder, la soberbia, el dominio y la influencia. «A los medios de comunicación nos corresponde la inmensa responsabilidad de saber informar, de forma acertada y también amena, sobre las actividades de la Iglesia diocesana, las iniciativas de Caritas y de Manos Unidas desde las parroquias y el conjunto de Menorca, para saber transmitir acertadamente los mensajes de la Conferencia Episcopal, así como los magisterios del Papa, y subrayar la vigencia de la  doctrina social de la Iglesia».