Las empresas que se dedican a la venta de viajes y estancias en la Isla no dudan en utilizar imágenes de Sant Joan como reclamo, con eslóganes dirigidos al público más joven, invitándolos a vivir grandes experiencias.

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En los últimos días, la asociación Salvem Sant Joan ha centrado la atención en las empresas organizadoras de viajes, que utilizan las fiestas de Sant Joan como gancho para vender estancias en Menorca. Es una práctica que, consideran, «las instituciones deberían impedir para reducir la masificación» y un perfil de visitante que no viene por el interés en la tradición, sino para hacer botellones, lamentan.

Las campañas centradas en las fiestas son recurrentes.

«Es indignante, cualquiera nos puede vender y nadie pone ningún impedimento», critica la presidenta de Salvem Sant Joan, Andrea Mir, quien ve cómo «las fiestas ya no son sentimientos, sino sufrir por la multitud que vendrá este año».

«Esta gente puede vender la luna, si quiere, y se debería limitar de alguna manera», apuntan desde el colectivo, que recuerdan cómo, durante la pandemia, «Neway Bcn organizó una fiesta en Cala en Blanes e incluso lanzaron fuegos artificiales, cuando los ciudadanos de Ciutadella no podíamos tenerlos por las restricciones».

Otra prueba del reclamo de las fiestas.

Por otro lado, opina Mir que si se evitaran este tipo de productos «no haría falta tanta vigilancia como la que hay», porque se reduciría el número de visitantes.

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No es ilegal

Esta problemática la ven y la entienden desde Aviba, la Agrupación Empresarial de Agencias de Viaje de Balears. De hecho, su presidente en Menorca, Llorenç Pons, ha tratado esta cuestión con varias empresas que comercializan estancias en Menorca y que lo hacen vendiendo Sant Joan.

Los caballos y la bandera de Sant Joan, siempre al frente.

De entrada, Pons apunta que «es totalmente legal promocionar la fiesta» así como lo hacen estas empresas. Y lo compara con otros casos, «son muchos los que venden viajes a las Fallas de Valencia, a una carrera de Fórmula 1, o a una final entre Barça y Madrid». Aun así, es cierto que «cuando hemos hablado con estas empresas, hemos pedido que transmitan a sus clientes que respeten la fiesta, que les inculquen que es una tradición».

Llorenç Pons señala, por otro lado, que los mismos establecimientos de Menorca procuran impedir que se alojen grupos de jóvenes. Y hay fórmulas para hacerlo, exigiendo estancias largas y no de pocos días, o no permitiendo reservas para más de un determinado número de personas.

De hecho, «los hoteleros no suelen trabajar con estas agencias, son estas las que reservan por internet». Por eso, en la red «no se pueden poner puertas, se intenta, pero es imposible controlarlo todo».

Incluso lo ilustran con imágenes de otras fiestas, como esta de Sant Bartomeu de Ferreries.

Mensaje tranquilizador

«Este año me he sorprendido, porque no hay una demanda como había hace cinco años, no hay ambiente». Y aunque «es cierto que en los establecimientos hoteleros de la ciudad hay pocas plazas disponibles», no ocurre lo mismo en las urbanizaciones. «Veo precios muy razonables, y esto significa que hay bastantes plazas libres».

El apunte

Estrategias de márqueting para provocar compras impulsivas a través de Internet

Neway Bcn, Viajes University, Go Sailing o Cottaish son solo cuatro de las muchas compañías que se dedican a organizar viajes a Menorca y a otros destinos. Desde Salvem Sant Joan, Andrea Mir critica que el reclamo para los viajes a la Isla «sea siempre Sant Joan» y, además, con ofertas muy económicas. De hecho, estas comercializadoras utilizan «estrategias de marketing» para provocar compras impulsivas. Un ejemplo lo encontramos con Neway Bcn, que indica que el 94 por ciento de las plazas están vendidas y a un precio de solo 89 euros. Unas cifras que permanecen inalterables en la web desde hace días, «no es cierto, es como cuando quieres reservar hotel y sale el mensaje de 'última habitación disponible'», concluye Llorenç Pons, de Aviba.