Estarán de acuerdo conmigo que para poder finalizar cualquier proyecto, independientemente de cuál sea su causa, necesitamos que resten a nuestra disposición todo tipo de herramientas en aras de hacer posible la consecución de nuestro logro. La mente, sin duda, debería ser el utensilio más eficaz con el que pudiéramos contar de forma incondicional, sin embargo este preciado instrumento, que tiene por costumbre venir sin instrucciones de uso, suele cabalgar cual yegua desbocada por nuestro cerebro, en busca de un valiente jinete que la oriente a encontrar su camino.
No sé si son conscientes del poder de nuestra mente, ni de su complicado funcionamiento, pero les diré que quién se encarga de su estudio es la apasionante materia de la Programación Neurolingüística, coloquialmente llamada, PNL. La mente, es decir, el conjunto de procesos psíquicos, conscientes e inconscientes de carácter cognitivo, es la responsable de dirigir nuestros pensamientos y organizar nuestras percepciones, de los que muchas veces coincidiremos, nos sentimos poco orgullosos.
No sé si sabrán que nuestra mente es capaz de elaborar unos 50.000 pensamientos a lo largo del día. Lo que significa que es verdaderamente poderosa, llegándonos a ofrecer una infinidad de estímulos, ideas y oportunidades positivas que muchas veces no somos capaces de visualizar. Y se preguntarán: ¿Por qué? Pues bien, resulta que de entre todos los miles de pensamientos procesados, el 80% de los mismos suelen tener connotaciones negativas. Es decir, que cuatro de cada cinco pensamientos nos hacen dar un paso atrás en la consecución de nuestros objetivos. Pero para nuestra ventura les diré, que en su mano está cambiar ese alto porcentaje de negatividad.
Si analizamos la información que llega al cerebro, se darán cuenta que una gran mayoría atraviesa las barreras de nuestra percepción en modo condicional mediante mensajes tipo: "Cuando tenga trabajo, estaré tranquilo." "Cuando llegue a mi destino seré feliz." "Cuando me pueda comprar la casa o el coche obtendré la serenidad que busco." "Etc." Por lo que peligrosamente y de manera inconsciente estamos ordenando a nuestro cerebro que nos indique que ahora, no es momento de ser felices, ni de estar tranquilos ni de sentirnos serenos, ni en paz con nosotros mismos.
Conocer las instrucciones del funcionamiento de la mente es muy importante para que no se desboque a lo negativo. Encontrar la manera de evitar las creencias limitantes es un paso más a la felicidad incondicionada. Les animo a que parcelen su vida y no dejen contaminarse por lo ocurrido en el pasado ni por lo que pueda ocurrir y quizás jamás ocurra en un futuro. Céntrense en el momento, sean los jinetes de su mente, domínenla. Préstenle la máxima atención y no dejen que las preocupaciones les distraigan de las posibles ventanas de la suerte que pueden abrirse en un día cualquiera.
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