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Igiaba Scego (Roma, 1974) es una escritora italiana, de familia somalí, que nos cuenta en Mi casa está donde estoy yo, el lío que supone pertenecer a dos mundos tan distintos. Su ensayo autobiográfico comienza con los recuerdos y cuentos que su madre le contaba de niña que le sirven de punto de partida para reconstruir su propia historia personal.

Uno de los elementos más originales del libro es que cada capítulo se desarrolla a partir de algunos lugares concretos de Roma, su ciudad natal. Lugares como la Estación Termini, el Trastevere, la Plaza de Santa María sobre Minerva o la Piazza del Campidoglio son algunos de los puntos del mapa de su particular memoria.

Como nos dice la contraportada, la autora emprende un poético viaje que la llevará a transitar la época del colonialismo, la guerra civil somalí, la llegada de su familia a Italia y una infancia llena de cuentos, preguntas, miedos y anhelos. Una infancia marcada por el racismo, el bullying y por la sensación de ser diferente y no entender su lugar en el mundo.

Rememora en el libro que su padre era un prestigioso político que tuvo que exiliarse de Somalia tras el golpe de estado de Siad Barre en 1969. Relata también como la caída del dictador no trajo la paz al país de su familia sino una guerra que todavía no se ha acabado de cerrar.

Son los cuentos de la madre los que le sirven para darse pronto cuenta de la abismal diferencia entre las dos culturas a las que pertenece: la europea y la africana. Ella misma nos lo dice con estas palabras:

«Historia, historia, oh historia de seda...

Así empiezan todas las fábulas somalíes. Todas las que mi madre me contaba de pequeña. Fábulas un poco gores, en su mayoría. Fábulas al estilo Tarantino sobre un mundo nómada donde no cabían ni encajes ni miriñaques. Fábulas más duras que un arcón de roble. Con hienas de babas pegajosas, niños destripados y recompuestos, astucias de supervivencia. En las fábulas de mamá no existían princesas, palacios, bailes ni zapatitos».

Después de estudiar Lenguas Modernas y Pedagogía en Roma, se especializó en diálogo cultural y migraciones, dos temas centrales en su escritura. En 2003 publicó su primera obra, el libro infantil La nomade che amava Alfred Hitchcock, inspirado en la historia de su madre. Desde entonces, no ha dejado de escribir cuentos, artículos y novelas (entre las que destacan Oltre Babilonia, en 2008, y La linea del colore, en 2020).

Publicado en Italia en 2010, cuando la autora tenía 36 años, Mi casa está donde estoy yo, es una encantadora reconstrucción de la peripecia vital de Scego en la que deja claro que los relatos maternos y su dedicación a la literatura le sirvieron para salir de la confusión que supone vivir en las dos orillas de mundos separados y para encontrar su propia identidad.

Mi casa está donde estoy yo

Igiaba Scego

Traducción de Blanca Gago

Nórdica libros

167 páginas