Cartas de los lectores

Per això,
Rebutgem una llei d'educació LOMQE sense consens ni continuïtat a llarg termini i utilitzada com a arma política. Qualsevol reforma educativa ha de respondre a un acord general i a les necessitats educatives reals.

Rebutgem el Decret de tractament integral de llengües perquè neix de forma precipitada, sense consens i amb uns objectius ja coberts pel projecte lingüístic de cada centre. Pel que fa a la implantació de la llengua anglesa, consideram que és una excusa més per desplaçar l'ensenyament en llengua catalana en favor de la castellana, ja que la llei preveu que si no hi ha possibilitats de personal format en llengua anglesa es guanyaran hores d'ensenyament en castellà.

No es pot forçar la utilització de la llengua estrangera dins l'aula sense un procés de formació rigurosa i llarga del professorat i sense una implantació progressiva a les aules i a la societat. Si no es fa així surten perjudicades la llengua anglesa i les àrees que s'imparteixen en aquesta llengua.

Rebutgem els intents de la Conselleria de dividir la llengua catalana subvencionant l'edició de llibres de text amb les varietats dialectals sense fer cas de criteris filològics.

Rebutgem una Llei de símbols i convivència que intenta atorgar l'autoritat dels docents per via legislativa , quan sabem que aquesta es guanya mitjançant un exercici responsable de la professió i el reconeixement i valoració social, cosa que no es pot donar mai quan els polítics menyspreen continuament la tasca docent.

Rebutgem l'augment del nombre d'alumnes dins les aules perquè dificulta molt el seu aprenentatge, per la impossibilitat de donar una atenció personalitzada, alhora que pot provocar problemes de convivència. Es pot atendre bé la diversistat que trobam a ESO amb ràtios de 30 alumnes? I 37 alumnes de Batxillerat, com és el nostre cas, amb la possibilitat d'arribar a 42?

Rebutgem unes retallades que afecten al manteniment de les aules ,material, recursos i dependències dels centres educatius, que arriba a afectar a la seguretat dels alumnes i professors.

Així, reivindicam i estem disposats a treballar per un pacte educatiu consensuat que respongui a una millora real i a llarg termini de la formació de l' alumnat i no a motivacions ideològiques. El camí no és la imposició sinó el respecte, el diàleg i el treball conjunt de tota la comunitat educativa. La Plataforma en defensa de l'escola pública , que reuneix representats de pares, alumnes i professorat de tots els centres de Menorca, ja fa un temps que treballa en aquest sentit. El camí ha començat i és obert a tothom.

Assemblea de
professors
de l'IES M Àngels Cardona
Ciutadella.

El beneplácito
de la mayoría
Según lo publicado en este diario, nuestro presidente del Consell Insular de Menorca, Santiago Tadeo, declaró en la comida de hermandad del PP, que el proyecto de la reforma general Me-1 cuenta con el beneplácito de la mayoría. Claro que esa afirmación es solo una verdad relativa o una falsedad condicionada. Es decir una declaración muy política. Intentaré explicarlo.

Es cierto que hay un sentir general de necesidad de reforma de dicha carretera. Y si damos por bueno ese sentimiento, también es cierto que hay un malestar fehaciente en la manera que el Consell pretende llevar a cabo dicha reforma. Quiero decir que el beneplácito existe, pero sólo para hacer dichas reformas sin desmesura y con respeto para la Isla. Como resulta ser que el proyecto del Consell, para todo aquel que no sea parte interesada en el mismo, es para muchos menorquines, sinceramente lo digo, un acto desproporcionado que atenta contra la personalidad de Menorca, debería, tal y como por otra parte apunta el propio presidente del Consell, contar el polémico proyecto de reforma. También con el necesario beneplácito de la mayoría. Entonces sí, sin lugar a dudas, podría afirmarse sin temor a errar, que existe un ciertamente veraz beneplácito tanto en el contenido como en el continente. Mientras eso no ocurra, lo prudente en política es no tratar de confundir a los menorquines con dichas verdades relativas o falsedades condicionadas, ya que entonces resultan provocativas. Y eso, en las circunstancias actuales que se mira con lupa a nuestros políticos, no es precisamente aconsejable. Pretender hacer creer que el sentido de los votos obtenidos en las pasadas elecciones, tiene que ver con el macro- proyecto de rotondas, atenta contra la inteligencia, es mucho pretender y mucho suponer. Como me gusta pensar que nuestro presidente el Sr. Santiago Tadeo, a pesar de su posición institucional dominante, no pretende, por lo que se desprende a priori de sus declaraciones, ir en contra de lo que puedan pensar la mayoría de sus conciudadanos, y puesto que invoca precisamente a esa mayoría para justificar sus decisiones sobre la carretera, me dirijo personalmente a Ud. para proponerle una solución fácil y democrática, para evitar haga algo que pueda serle recriminado en el futuro. Una consulta popular al respecto. Una simple consulta pondría a cada uno en su sitio. No le tema, Sr. presidente, todos dormiremos más tranquilos.

Los críticos y los que no lo son. La certeza constatable evitaría las polémicas, las criticas, errores irreparables y también este tipo de artículos que respetuosamente quieren hacerle reflexionar, antes que sea demasiado tarde.

Jordi Viola Giner
Alaior

Alfredo Landa, el espejo de Spain
Otro mito de nuestro cine nos ha dejado huérfanos. El actor por antonomasia más taquillero de la década de los 70. Sus películas –pregunten a los tiburones de empresarios de la época– eran ríos de ingresos en pesetas en las taquillas, sobre todo en los cines de ciudades más reducidas que las grandes capitales. Alfredo Landa sería como la transición española, supo ganar dos batallas. La de aquella España que pregonaba en sus personajes de cateto y macho "made in Spain" y después en homenajear al mismísimo Hammet en la inolvidable "El crack" que le sugirió Garci.

Landa, que empezaría en cortos papeles en títulos como "Atraco a las 3", "Pero, en qué país vivimos" y "Amor a la española", tocaría techo en 1970 al interpretar abiertamente ante los atónitos ojos de millones de españoles al personaje "gay" en "No desearás al vecino del 5º" que durante años ostentaría ser la película más taquillera de España. Ya bajo el dominio del control de taquilla nacía el fenómeno del Landismo. A partir de entonces los títulos más sugerentes, ya en la época del aperturismo estarían marcados por "No desearás a la mujer del vecino", "Los días de Cabirio", "Dormir y ligar... todo es empezar", siempre en la misma estela y algún que otro alegato a los problemillas de los españoles, recordar ahora más que nunca "Vente a Alemania Pepe" y "Jenaro el de los 14".

Pero el gran talento de este "paleto" cinematográfico que tantas risas arrancaba al espectador sería descubierto por Bardem en un personaje no muy alejado de los que había hecho hasta entonces pero visto desde un nuevo prisma en "El puente". Nacía un nuevo Landa que se metía en la piel de un detective dirigido por el oscarizado director José Luis Garci en "El crack" y su secuela. A partir de entonces llegarían "El bosque animado" y su portentosa creación en "Los santos inocentes" que obtendría el premio al mejor actor en Cannes. Landa sería ya considerado de los más grandes. Con el tiempo y cambio de gustos del público y pésimos guiones Alfredo Landa se fue marchitando de la pantalla y su decadencia física se ponía de manifiesto en la gala de los Goya al recibir el premio honorífico por su carrera. Curiosamente y mientras visionaba una de sus últimas interpretaciones, "Luz de domingo", me dan la noticia de su fallecimiento. Un nuevo golpe para los cinéfilos que tanto aplaudimos las peripecias de aquel cateto a babor, como ese cacique de un pueblo rural de ese país del que solo él supo ser su mejor espejo.

José Luis Portella
Mahón