TW

Con Fidel Castro desaparece un personaje-símbolo que ha encarnado el espíritu de supervivencia de un régimen enfrentado a Estados Unidos.

La resistencia al embargo económico y al aislamiento político dictados desde Washington han marcado al castrismo, que se ha visto obligado -sobre todo desde el fin de la Unión Soviética- a abrir la puerta a la inversión extranjera y suavizar las relaciones con la Casa Blanca. Pero hoy sigue pendiente la transición del modelo comunista implantado en Cuba tras la expulsión de Fulgencio Batista a una democracia respetuosa con los derechos humanos.

Tras desempeñar el poder durante 47 años, el exmandatario cubano -quien aseveró que el juicio de la Historia le absolverá- suscita vivas controversias, porque mientras unos destacan los logros sociales de su régimen, otros subrayan la falta de libertades políticas, con los opositores en la cárcel y el exilio.

Cuba inicia hoy con el fallecimiento de su líder una nueva etapa que desde Balears se sigue con gran atención. Durante los últimos años el desembarco de las cadenas mallorquinas ha sido masivo. Una apuesta que las sitúa en una posición de privilegio para el futuro.