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Lo que debía ser una comparecencia del vicepresidente del Govern y conseller de Turismo, Biel Barceló, sobre los contratos adjudicados al que fue su jefe de campaña electoral, se convirtió en el escenario de las luchas intestinas del Govern del Pacte, en especial entre Més y Podemos. Representantes de ambas formaciones protagonizaron un durísimo enfrentamiento con acusaciones cruzadas que pusieron de manifiesto graves discrepancias.

La crisis institucional del Govern, lejos de estar cerrada, sigue abierta con gran virulencia. En el rifirrafe vivido ayer en el Parlament, al portavoz de Podemos, Alberto Jarabo, reclamó la dimisión de Barceló tras apuntar una posible financiación ilegal de Més con los trabajos encargados a Jaume Garau. Replicó David Abril, que en nombre de Més, exigió lealtad del partido morado. La desconfianza mutua lastra y erosiona al Govern Armengol en su conjunto, el más perjudicado por estos enfrentamientos. El Pacte sale muy tocado con estos hechos, que investiga ahora la Fiscalía Anticorrupción. Se impone la lealtad, la corresponsabilidad y el sentido común para evitar el colapso y el naufragio del tercer Govern del Pacte.