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La destrucción ayer, por segunda vez -la primera fue el 2 de junio de 2011- de la planta de tratamiento de residuos voluminosos (TIV) de Caritas interrumpe el proceso puesto en marcha para que esta instalación pasara a ser de titularidad pública. Hoy mismo el conseller balear Vicenç Vidal y la presidenta del Consell debían visitar el centro.

Habrá que analizar las causas de este siniestro. Por fortuna, no se han producido daños personales, aunque los trabajadores de la planta son los principales perjudicados.

Ahora se abre un nuevo escenario, en el que las administraciones deberán valorar todos los elementos y acertar en la toma de decisiones, especialmente en la relativa a la ubicación más indicada de una nueva planta.

Caritas ha prestado un importante servicio con esta planta, en materia de reciclaje de residuos y en la inserción socio laboral de las personas que han estado trabajando. Ambas cuestiones deben tenerse en cuenta cuando se decida cómo actuar tras el incendio. La respuesta de la compañía de seguros será muy importante. Caritas no ha de resultar perjudicada, en reconocimiento a la función social que desarrolla.