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El Consell sigue sin definir ni concretar las zonas de la Isla donde se permitirá el alquiler turístico de viviendas. Prosiguen las reuniones con los alcaldes pero persisten las discrepancias de los distintos criterios de los ayuntamientos ante la propuesta de la institución insular. Los desacuerdos se centran en tres ámbitos: el alquiler vacacional en los núcleos urbanos, en las viviendas plurifamiliares y en las situadas en suelo rústico.

Ahora se anuncia una quinta fecha, el próximo martes, víspera de la fiesta de Sant Antoni, para intentar cerrar el acuerdo. A estas alturas ya no se pueden demorar más las decisiones porque no se puede mantener en vilo a un gran número de propietarios y empresas que no saben a qué atenerse. Porque ahora mismo se desconocen cuáles serán los criterios que se aplicarán, la zonificación -donde se autorizará el alquiler turístico y donde estará prohibido- así como la tipología de las viviendas que podrán ser alquiladas. No se entiende tanto retraso y por qué prosigue la indefinición sobre una actividad de gran importancia para la economía menorquina. Corresponde al Consell liderar y cerrar el acuerdo. Esta excesiva demora genera desconfianza e inseguridad.