TW

La central térmica de Maó debe reducir las emisiones antes de 2020 para cumplir las directivas comunitarias. Ello implica la adaptación de las actuales instalaciones ubicadas en la Colársega de la rada mahonesa. La Comisión Europea, que no está dispuesta a conceder prórrogas, ha recordado que esta central ya se beneficia de un tratamiento particular al formar parte de un sistema eléctrico de una región insular como Menorca. Por tanto, urge llevar a cabo las obras y la instalación de equipos que garanticen la disminución de las emisiones, tal como exige la Unión Europea.

Mientras las autoridades comunitarias exigen y no están dispuestas a acortar plazos, Endesa, empresa responsable del funcionamiento de la central, constata como se sigue retrasando la tramitación del proyecto de mejora que permitirá adaptar los equipos a las directivas de obligado cumplimiento. Es preciso, por tanto, que las administraciones implicadas no demoren este proyecto con el objetivo de iniciar su ejecución a la mayor brevedad posible. El plazo previsto es de 24 meses. Si no se lleva a cabo esta necesaria actuación Endesa ya no podrá utilizar la mayor parte de las turbinas de la central.