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La delegada del Gobierno en Balears, María Salom, manifestó ayer que en breve se alcanzará un acuerdo entre el Gobierno de España y el Govern balear para el nuevo Régimen Especial de Balears (REB). Para ello será preciso superar las discrepancias que persisten entre ambos ejecutivos, aún cuando los dos manifiestan voluntad de acuerdo político. Entre las cuestiones a resolver sobresalen la incorporación de compensaciones fiscales y la creación -que implicará dotación presupuestaria- de un fondo de insularidad.

El REB constituye un instrumento estratégico para Balears porque ha de aportar bonificaciones al hecho y los costes derivados de la insularidad. Se trata de que los ciudadanos, las familias y las empresas ubicadas en el archipiélago balear sean tratadas en igualdad de condiciones de quienes viven en el continente. Porque la decisión final sobre las medidas compensatorias a aplicar corresponde a la Unión Europea, como sucede con la tarifa plana.

Una de los temas capitales que debe resolver el REB es la conectividad, aspecto clave para Balears. Es preciso que el Govern y el PP -oposición en Palma, pero Gobierno en Madrid- mantengan la unidad política.