El Govern ha dado a conocer las líneas maestras de los presupuestos del 2019. Las cuentas presentan un incremento del 8,96 por ciento en los ingresos respecto a los del año anterior, lo que significa que habrá 5.457 millones de euros para gastos e inversiones. Son los presupuestos más altos en la historia de la autonomía balear y los más expansivos, que también suscitan interrogantes.
La duda más importante consiste en si el Govern alcanzará los ingresos ante la previsión optimista de la consellera Cladera, con un aumento del PIB balear del 2,7 por ciento, superior al español y el europeo. Las incertidumbres en la economía global y las turbulencias en la local no avalan ni confirman esta euforia.
Sería lógico que las cuentas del Govern fuesen más conservadores, pero 2019 es un año electoral, lo que implica para un Ejecutivo como preside Armengol «unos presupuestos de marcado propósito social». Toda una declaración de intenciones para renovar el mandato. Falta por ver la sensibilidad del Gobierno de Pedro Sánchez hacia Balears. El Régimen Especial que Rajoy había tramitado sigue hoy en el limbo del Ministerio de Hacienda. Poca credibilidad tendrán los presupuestos autonómicos si lo más sustancial es más utópico que real.
