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El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, prometió el pasado 9 de diciembre en Palma avanzar en las gestiones para el Régimen Especial de Balears. Al mismo tiempo anunció convenios específicos y afirmó que «la próxima semana tendremos novedades». Un mes después, no hay noticias sobre estos convenios destinados a reducir y compensar los costes de insularidad que impactan sobre el conjunto de la sociedad y la economía de Balears.

No se comprenden los sucesivos retrasos y aplazamientos que registra este instrumento clave para mejorar la competitividad de las empresas del archipiélago y reducir los agravios comparativos que sufren los residentes en una región insular como Balears. El REB tenía que haberse presentado en noviembre para iniciar su tramitación legislativa en el Congreso a partir de enero de este año. Se incumplen todos los anuncios y compromisos, lo que pone de manifiesto las discrepancias entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el Govern de Francina Armengol. Es preciso pasar de los hechos a las palabras, de las promesas a las realizaciones. Los ciudadanos y las empresas de Balears demandan unas medidas que necesitan.