TW

La construcción de la nueva escuela de Es Mercadal, demandada desde hace años por padres y profesores, fue presentada en octubre de 2016 por el conseller de Educación del Govern, Martí March, quien anunció el inicio de las obras en 2018 y se comprometió a que «sea una realidad esta misma legislatura». Después el Ayuntamiento de Es Mercadal dio a conocer que debía aportar dos millones de euros para ayudar al Ejecutivo autonómico a edificar este equipamiento docente.

En febrero pasado la presidenta del Consell, Susana Mora declaró que estaba pendiente de «un informe jurídico y que en el plazo de un mes se podrá aprobar el cambio urbanístico». La realidad ha sido otra: la Comisión Técnica de Urbanismo no ha aprobado la recalificación de los terrenos donde se ubicará el nuevo colegio y el Consell ha devuelto del expediente al Ayuntamiento. En definitiva, más de tres años de trámites y gestiones que confirman las enormes dificultades para desarrollar cualquier proyecto en Menorca, incluso los de interés general promovidos por administraciones públicas. Un caso que invita a la reflexión para reconducir una práctica que se repite con demasiada frecuencia.