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La patera que ayer desembarcó en la costa de Sant Lluís al menos a diez inmigrantes argelinos es una más de las ocho que han alcanzado la costa de Balears en la última semana. De esta forma, el drama de la inmigración en el Mediterráneo toca de cerca a la Isla.

La detención de diez personas responde al cumplimiento de la Ley de Extranjería. Hoy pasarán a disposición judicial y seguramente serán trasladadas al CIE de Barcelona a la espera de que se complete su expediente, si es factible, y puedan ser repatriadas a su país. En la atención que reciben en Menorca es importante que cuenten con la atención médica y jurídica que precisan. Es especialmente preocupante el caso de los menores, que se quedan en Menorca acogidos en la Casa de la Infancia a la espera de un futuro incierto.

La problemática de la inmigración ilegal hace tiempo que está a la espera de respuestas coordinadas por parte de la Unión Europea. Desde el ámbito local se puede mostrar la solidaridad, poner en práctica una acogida profesional y humanitaria, cumplir las leyes y esperar a que los responsables políticos adopten medidas para paliar el drama y sus consecuencias.