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Un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional (UDEF), remitido hace pocos días a la Audiencia Nacional, concluye que el expresidente de la Generalitat de Catalunya Jordi Pujol y su familia -de forma destacada el primogénito, Jordi Pujol Ferrusola- amasaron una fortuna de 290 millones de euros tras cuatro décadas de actividades vinculadas a la corrupción y el cobro de presuntos sobornos. Este informe analiza el periodo comprendido entre finales de los años 70, al estallar el escándalo Banca Catalana; y julio de 2014, cuando quien había desempeñado la presidencia de Catalunya durante 23 años (1980-2003) admitió que contaba con fondos sin declarar en el extranjero, aunque atribuyó su origen a la herencia de su padre, Florenci, fallecido en 1980. Este mismo informe de la UDEF también determina que Pujol Ferrusola habría desempeñado funciones de tesorero en Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) con la recaudación del tres por ciento en comisiones ilegales. Ahora, Andorra ha comunicado la existencia de cinco cuentas desconocidas hasta la fecha, y Suiza ha revelado un fondo de inversión de 18 millones de euros, procedente de ‘conductas corruptas’. La Justicia ya no puede demorar su pronunciamiento sobre el caso Pujol.