TW
0

El profesor se le acercó con aquella expresión interrogativa que precedía a la pregunta. Pero esta vez había estudiado y una cierta satisfacción se apoderó de él cuando vio que, por fin, podría demostrar ante los demás compañeros que se había aprendido la lección de memoria. Y empezó a recitar en voz alta…

"El artículo indeterminado es el que se pone delante de un sustantivo que no conocemos de antemano. Sus formas son: un, una, unos y unas. Ejemplos: En casa tengo un libro (singular masculino), he saludado a una amiga (femenino singular), vimos volar a unos pájaros (masculino plural), en la biblioteca, estudiaban unas alumnas (femenino plural)"

Muchos años después, una voz interior le decía, recordando aquel episodio escolar:

- "Si, de acuerdo. Pero ¿podría concretar un poco más?"

Había aprendido que la vida va determinando, inexorablemente, todos los artículos.

El libro en cuestión se titula: "Rimas y Leyendas" de Gustavo Adolfo Bécquer. Una obra que significó mucho para él, cuando iba al instituto. Ahora lo ve perdido en la estantería, entre montones de lecturas que se han ido acumulando con el transcurrir de los años. Yace cubierto de polvo, esperando la mirada amable que sepa despertarlo. "Por una mirada…un mundo". Es muy curioso, ¡cómo cambian los libros con el paso del tiempo!

Hacía una eternidad que no veía a Julia. Mientras se saludan, recuerda que le recitó aquel poema a la salida de la discoteca. "… ¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía... eres tú." Fue cuando ella decidió irse con su mejor amigo. La verdad es que no le iban mucho los poetas. Ni el romanticismo. Ni esa costumbre suya de complicarlo todo, con reflexiones y peroratas. Lo que quería era una vida segura, con los pies en el suelo y la economía saneada.

Las golondrinas vuelven para recordarle a Bécquer. Ha llovido mucho desde entonces, cuando se sabía sus poemas de memoria. "..Aquellas, que aprendieron nuestros nombres... ¡esas... no volverán!" Arpas olvidadas en un salón oscuro y niñas que se quejaban de sus ojos verdes, "pero mientras haya un misterio para el hombre, ¡habrá poesía!"

Eva, Laura y Beatriz, las compañeras de bachillerato, se han reunido en la biblioteca para estudiar juntas. Sobre la mesa se puede ver un tomo con las "Rimas y Leyendas". Bea llora intentando no hacer mucho ruido, porque la ha dejado su novio. Se siente utilizada, abandonada, vacía. Las otras dos intentan consolarla. La verdad es que ese chico, al que conoció en una fiesta de verano y del que se enamoró enseguida, no ha resultado ser nada romántico.