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Esta es mi última carta de Tailandia escrita desde Menorca. El lector verá por qué unimos Sant Antoni, la Isla del Rey y Lazareto, tres lugares emblemáticos de nuestro maravilloso puerto de Mahón en un solo artículo.

Sant Antoni. En el incomparable marco de la Golden Farm, cedida amablemente por sus gentiles propietarias para el concierto de la Coral del Ateneo, a beneficio de la Fundación del Hospital de la Isla del Rey, se nos dio una muy buena noticia para el turismo de calidad. Los farragosos trámites administrativos para convertir "ses cases" del "lloc" de Sant Antoni en un lujoso hotel rural siguen avanzando y después de más de año y medio parece que el Govern balear tiene ya la última palabra.Las posibles 16 habitaciones o quizás nueve suites harían de este hotel rural, con la romántica leyenda urbana de Lord Nelson y Lady Hamilton, accesible para un turismo de alto nivel.

Illa del Rei. El pasado domingo volvimos a la Isla del Rey.Maravilla lo que el grupo de voluntarios a las ordenes del general Luis Alejandre ha conseguido en los últimos 12 meses. La labor de reconstrucción avanza y ya se está trabajando en la torre que culmina el emblemático edificio fundado por el almirante Jennings para la Marina británica pronto hará 300 años. Recomendamos unirse a las visitas guiadas que cada domingo se organizan y que muchos menorquines aún no han realizado.Lo que tenía que ser el Parador Nacional de Menorca o un hotel de una cadena japonesa, será un regalo extraordinario para menorquines y "forasters" interesados por la historia. Hay que esperar que nuevos "sponsors" se unan a la lista de quienes ya han ayudado financieramente y que la labor de los voluntarios sea reconocida por toda Menorca. La Illa del Rei está abierta a todos.

El Lazareto. Curioso contraste entre dos lugares, iconos de nuestro puerto, que se abren al público y la cerrada actitud del Ministerio de Sanidad. El tantas veces prometido Parador Nacional de Menorca sigue durmiendo el sueño de los justos. Que si Ferraz que si Génova, nuestros representantes en el Senado y en el Congreso lo máximo a lo que humildemente aspiran es a que el Lazareto pueda por lo menos ser visitado un par de días a la semana. Tampoco la servil actitud de nuestros políticos ha podido conseguir que este verano podamos acceder al hotel para "los funcionarios veraneantes" del Ministerio de Sanidad. Quosque tandem…?