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Entre las malas maneras que existen de hacer una huelga, los controladores aéreos eligieron la peor. Primero, fue una huelga a todas luces ilegal y chapuceramente encubierta, sin avisar a los usuarios que la iban a sufrir; segundo, eligieron, además, las fechas que más daño podrían causar; tercero, la hicieron de tal forma que no hubo ni el más mínimo intento por su parte de dejar servicios mínimos; cuarto, no parece que les importara ni poco ni mucho los perjuicios económicos que iban a causar a las compañías aéreas, a la hostelería y a los pasajeros que dejaron tirados por los aeropuertos. A propósito de los pasajeros, los utilizaron en su increíble egoísmo para acorralar al gobierno y terminaron por acorralarse a sí mismos.

Según lo publicado en prensa ("El Mundo") propusieron al ministro José Blanco un salario de 300.000 euros y una reducción de horas de trabajo, aceptando estas condiciones no había por su parte ningún problema.

Ojalá que para estos casos hubiera en España un Ronald Reagan, que por parecida postura mandó a su casa para siempre a buena parte de este colectivo de privilegiados bien pagados de aquel país.

En cualquier caso una huelga ilegal, que en el colmo de la desfachatez pretendieron hacernos creer que no era tal huelga, que lo suyo era un mal repentino que padecían de golpe y porrazo dos mil y pico personas. O sea que estos individuos e individuas se pusieron de hoz y coz malitos… ¿¡Pero ustedes de qué van?! ¿Piensan que el resto del país somos borregos manipulables?

Cuando han visto la respuesta del gobierno ha sido como una vacuna de efectos repentinos, como "la pulga Benito", se han puesto buenos tan de sopetón como se pusieron malitos.

En cuanto al salario, miren, en EEUU, después que Reagan les bajara los humos, la media que viene cobrando un controlador aéreo es de unos 75.000 euros anuales; en Francia, algo más de 111.000; en R.Unido, 121.000; en Italia, 142.000, en Alemania, 158.000. En España, 200.000. Esto ahora, después que el ministro José Blanco les recortase 100.000 euros de los 300.000 que cobraban antes (algunos, incluso, bastante más, según el ministro, 370.000, algo así como 61,5 millones de pesetas).

Según el gráfico publicado por el "ABC", (sábado día 4 último, pág. 23), "la productividad, horas de vuelo atendidas por hora de trabajo, entre Alemania, R.Unido, Portugal, control de Maastricht, España es con diferencia la más baja".

Ahora, cuando el gobierno por primera vez a lo largo de la democracia se ha visto obligado a declarar el Estado de Alarma en España, estos privilegiados de la vida se han asustado, le han visto las orejillas y el jopo al lobo, que puede, con razón, hacerles pagar muy caro su egoísmo, su prepotencia, su increíble insolidaridad y esa especie de chantaje que han manejado al exigir 300.000 euros y menos horas. Como eso no ha sido así, la han liado parda.

Ustedes, que tienen trabajo, que ahora cobran más de 33 millones de pesetas al año, ¿saben que hay casi cinco millones de compatriotas suyos que no tienen ningún trabajo?, ¿saben que algunos llevan más de dos años buscándolo?, ¿saben que varios millones de trabajadores ganan mil euros escasos al mes?, ¿saben que para ganar mil euros no son pocas las veces que aguantan carros y carretas, amenazas de despido, horas extras, en algunos casos sin cobrarlas y que a la mínima van a la calle? No…ustedes no saben nada de la España en la que viven porque digo yo que si lo supieran no serían ni tan injustos ni tan mezquinos ni tan insolidarios ni tan egoístas. Yo acepto que ustedes tengan problemas, pero todos estos que les acabo de nombrar, qué creen, ¿que no los tienen? Pregúnteles qué hacen, no para llegar a fin de mes, pregúntenles qué hacen para empezar el mes.

Este gobierno, o el que venga detrás, debería tomarse en serio lo de estimular a una buena cantidad de nuestra juventud para que estudien para controladores aéreos, el modo más eficaz de acabar de una vez por todas con esa espada de Damocles que ustedes cuando les parece dejan tan injustamente caer sobre la ciudadanía, que por una cosa o por otra tenemos que subirnos a un avión, y que a la postre es en puridad quienes hacemos que ustedes tengan trabajo y quienes se lo pagamos.

Esta vez han ido ustedes demasiado lejos, se han puesto además al gobierno y a la oposición en contra y a todo un país. Un país que, por cierto, espera que no pase como otras veces, que se vayan ustedes de rositas.

Se han equivocado utilizando su puesto de trabajo como un arma contra todos porque están convencidos que son una casta intocable, se creen insustituibles, creen que su puesto de trabajo está acorazado contra lo que nada puede ni la ley ni el sentido común. Están ustedes completamente equivocados, y algún día, que ojalá sea más pronto que tarde, acabarán por darse cuenta.