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En la Diada de les Illes Balears se entregan los premios Ramon Llull. Entidades menorquinas han visto así reconocida su labor y su larga trayectoria en el campo de la cultura, de las humanidades o las artes.

Juventuts Musicals y el Orfeón Mahonés (que acaba de cumplir 120 años de existencia) han sido, junto con Caritas, las elegidas este año 2011. También durante la semana que llega a su fin, y gracias a la buena gestión de la "Fundació per a Personas amb Discapacitat" de Menorca, hemos cambiado la "Balada triste de trompeta" por la curiosa herencia de Balada.

Ejemplos todos ellos, de entidades sin ánimo de lucro, cuando lo lucrativo parece ser el valor que todo lo impregna y justifica. A veces no se entiende que la gente dedique su tiempo a los demás sin haber beneficio económico de por medio. ¿Acaso es el dinero la medida de todas las cosas? Hasta el arte y el deporte se habrían corrompido por ese afán mercantilista. Incluso partidos políticos, nacen, se pudren y se disuelven…

Pero el arte no puede reducirse a un negocio puesto que vive siempre al contado. Es expresión humana de la sensibilidad y el intelecto: plasmación visible o audible de lo que habita en el interior de cada uno de nosotros. Por eso, en cuestiones no materiales o artísticas, el acto de compartir, más que restar, multiplica. ¿Qué es una pintura que solo puede contemplar una persona o una canción que solo conoce el que la canta?

Cuando disfrutamos de una actuación musical, no solemos pensar en el camino que se ha tenido que recorrer para llegar a ese momento. Pero en muchas cosas que hacemos, es tan importante la preparación como el resultado. Los educadores saben que el aprendizaje no se puede limitar a lo que se ve con los ojos: es también todo lo que se esconde detrás e incluso mucho después, en el enigmático futuro.

Ensayo y error. Cada ensayo empieza con errores que debemos corregir, mientras la obra del artista pugna por salir a la luz. Que se lo digan al rey con su discurso de Óscar.

Miles de personas han formado parte, a lo largo del tiempo, de las entidades recién galardonadas por el Govern Balear. Y todas son partícipes de este premio Ramon Llull.

Igual que en la Grecia antigua surgieron los que no se consideraban sabios, sino simples amantes de la sabiduría, los aficionados o "amateur" (que dicen los franceses) aman el arte y lo cultivan. Practican el altruismo. Porque nos engrandece a todos. Porque humaniza nuestras ciudades. Porque nos hace mejores.

Y la vida no sería igual: sin amor, sin música o teatro.