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Renfe acaba de anunciar la supresión del servicio de la línea del AVE que une Toledo, Cuenca y Albacete, porque sólo transportaba una media de 9 pasajeros al día, lo que ocasionaba unas pérdidas de 18.000 euros.

Déjenme que les aporte algunos datos que estimo puedan ser de su interés: cada kilómetro de la vía de tren de alta velocidad, que popularmente conocemos como AVE, cuesta entre 12 y 30 millones de euros, dependiendo en primer lugar de las tierras expropiadas, pero sobre todo de las dificultades geográficas, orográficas, incluso freáticas del terreno. Hago estas precisiones para mejor comprender el porqué un kilómetro de vía puede, en algunos casos, costar el doble que otro. Y todo es en razón de por donde discurra la vía, ya que nuestra geología es profusamente compleja.

El mantenimiento por kilómetro durante el año cuesta 100.000 euros. Llega a doblarse esa cantidad en los túneles.

Como resulta que sobre el coste del AVE que une Toledo, Cuenca y Albacete, se ha dicho lo que a cada uno le ha parecido, como aquí somos muy "rápidos" en dar la noticia, como tenemos mucho tertuliano desperdigado y poca costumbre de analizar o cotejar los datos, resulta que a veces se dicen verdaderas barbaridades. Por eso déjenme que aclare un poco este asunto: la conexión del AVE entre Toledo, Cuenca y Albacete, nunca ha supuesto un excesivo coste adicional en infraestructura, toda vez que la obra ya era necesaria, en un caso para la llegada de la alta velocidad a Valencia, y en el otro caso para la llegada a Sevilla. Lo que sí se tuvo que hacer fueron las conexiones hasta Albacete o la de Toledo en la línea de Sevilla. En cualquier caso, algunos han aireado un coste de 3.500 millones de euros y así se ha dicho en algún programa de TV, publicado en algún periódico, y lo tengo leído en internet.

Hay una línea de alta velocidad Madrid- Córdoba- Sevilla- Málaga de la que se toma el empalme para Toledo, y la otra es la de Madrid- Valencia, con llegada a Cuenca o a Albacete. Son las dos líneas que se manejan en esta confusión. De tal manera que lo que se ha hecho mal en puridad, es el estudio del personal que podía coger el AVE para ir a Cuenca, Albacete o Toledo, que se ha comprobado tan mínimo que ahora ha tenido que ser suspendido. Estos son los servicios que ocasionan una pérdida diaria de 18.000 euros, o lo que es lo mismo, 3 millones de las antiguas pesetas, 90 millones de pesetas al mes. Multiplíquenlo por los 12 meses del año y verán que burrada. Ese sí es el verdadero gasto inútil que tenía ese servicio. Todo porque se pone al frente de estas infraestructuras a personal poco preparado o poco dado a la meticulosidad cuando se trata de racionalizar en qué se gasta el dinero público.

En cualquier caso, al César lo que es del César. No se ha hecho una línea específica del AVE para Toledo, Cuenca o Albacete. Basta con mirar el mapa de Renfe y las vías de alta velocidad antes de ponernos a decir que es verdadero lo que no lo es.