TW
0

El cierre de Spanair ha tenido consecuencias muy negativas para el transporte aéreo en Menorca. La reducción del número de asientos ha provocado que las plazas que las compañías ofertan a precios reducidos se agoten mucho antes y que el resto de billetes se pongan a la venta con un coste excesivamente alto. Este encarecimiento real no solo afecta a los vuelos a Madrid, con escala obligatoria, sino a los de Barcelona, el principal destino de los menorquines. Viajar a Palma sigue siendo igual de caro que siempre. Sin duda, vivimos la peor situación en materia de transporte aéreo de los últimos años. Las soluciones han de llegar en un momento de crisis económica y con las administraciones esquilmadas, lo que añade un factor más de dificultad para quienes tienen el reto de aportar las soluciones. Mientras, el Consell y el Govern gestionan con el Ministerio de Fomento la posibilidad de algunas medidas, los menorquines debemos expresar con contundencia la denuncia ante una problemática que pone en riesgo nuestra calidad de vida y el futuro económico. Hay que conseguir que Madrid nos escuche y que Palma asuma que el problema del transporte aéreo es principalmente menorquín y que la solución pasa por compensar las desigualdades entre las Islas y entre sus habitantes.