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Algunas veces he saludado a Ernest Maragall paseando por el camino de Binicalaf. Parece que el nieto del poeta Joan Maragall y hermano del expresident de la Generalitat se hospeda en esa zona cuando frecuenta Menorca. A mí este exconsejero de Educación de la Generalitat, persona voluminosa, es un tipo que me cae bien (de hecho a mí todo el mundo me cae bien, incluso los políticos que critico con fervor. Nunca hay nada personal).

El que fuera llamado "el hermanísimo" del e presidente Maragall (aquel que consiguió que Zapatero "El Inolvidable" le prometiese que España aceptaría lo que unilateralmente decidiese su "Parlament" regional) tiene un aire que, rebasada la prevención política, puede resultar incluso bondadoso a pesar de que algunos buenos amigos catalanes me dicen que tiene mala baba (traducido al menorquín "males puces"). Me da igual, a mí me cae bien. La incongruencia es que siendo Ernest un nacionalista radical militase en un partido agrupado "avec" los socialistas españoles del PSOE.

Durante años el matrimonio formado por el PSC y el PSOE ha sido un éxito electoral en Cataluña. Las evidentes diferencias entre españolistas y catalanistas eran difuminadas por el disfrute de las mieles del poder y por la percepción de buenos sueldos. Toda diferencia quedaba suavizada en aras a poder seguir cabalgando ("unidos hacia la gloria") sobre los presupuestos públicos.

Pero ha llegado el declive. "No more glory days". Han perdido el poder y ya nada es igual que antes. De repente han resurgido aquellas dos almas del PSC y una ya no soporta más a la otra. Cuando ya no han podido marear más la perdiz ante lo de la soberanía / derecho a decidir / estado propio/ autodeterminación…!independencia al fin¡ … se han divorciado. A raíz de este nuevo estado civil, Ernest abandonó el hogar del PSC en octubre pasado y en diciembre se mudó a un nuevo piso: fundó un nuevo partido, la "NeCat" (Nova Esquerra catalana") de, naturalmente, tintes socialistas y nacionalistas radicales. "Som i serem". Pronto le seguirán otros.

Desde la transición parte de la burguesía catalana se había refugiado, los más conservadores, bajo las siglas de CiU y los más "progresistas" (¿por qué se llama progresistas a los socialistas? ¿No es una incongruencia cuando siempre han traído la miseria allí donde han gobernado?) en el PSC. Unos y otros seguían disfrutando del poder que ya habían ostentado sus padres con el franquismo. Todo cambia pero todo sigue igual. La ideología no importa, las élites siempre gobiernan. Pero ahora ya no se puede vivir bajo el paraguas del partido de Felipe González y actuar como lo hace ERC. Se les ha visto el plumero. El PSC está hoy roto y sin visos de reconstrucción. "Rien ne va plus".

El PSOE-Menorca siempre ha estado influenciado por el PSC y pronto tendrá el mismo dilema. ¿Se decantarán por continuar siendo nacionalistas como hasta ahora renunciando a su prestigio histórico como partido igualitario, jacobino y solidario con los otros pueblos de España o seguirán jugando a imitar al PSM? ¿Querrán seguir perdiendo los votos de los no nacionalistas? ¿Sabrán volver a ser el partido abierto y atractivo que fueron con Borja Carreras? Al aproximarse ya el final de la moda nacionalista ¿no deberán eliminar de sus listas a todos los Tyranosaurus Rex identitarios que las polucionan? En las próximas elecciones se la juegan. De su decisión depende que el partido permanezca unido o se rompa como el PSC. No deberían jugar a ser gemelos de los catalanes.

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Notas: Mis respetos y mis condolencias por el fallecimiento de Victoriano Seoane. Todos deben recibir el mismo reconocimiento. No unos más que otros.