TW
0

No es siervo de lo políticamente correcto. Habla con la libertad y la autoridad de quien se ha labrado su presente, su fortuna. Y nos ha cantado unas cuantas cosas claras, como que confiamos demasiado en que la Administración resuelva nuestros problemas; que nos enredamos en debates estériles, como el de la lengua, condicionados por nuestra historia; que el mundo real está muy lejos del que se enseña en nuestras universidades; que gobernantes y profesores adolecen en demasiadas ocasiones del contacto necesario con la calle, con la realidad. O que la primera lección a aprender cuando se trata de negocios es que no siempre el precio de algo es el valor de algo.

La frase que resume y contiene buena parte de lo que ahora estamos pasando en España, tras una burbuja inmobiliaria en la que la mayoría pagó cantidades que nunca se correspondieron con el valor de lo que adquiría. Y a sabiendas de ello, pagamos y seguimos pagando.

Me refiero a Martín Varsavsky y a unas reflexiones recogidas en estas páginas que no tienen desperdicio. Gusten o no, pero que proceden de uno de los empresarios reconocidos mundialmente y que ha elegido Menorca para su descanso, o su particular lugar de poder, en el que recargar esa energía e inspiración rodeándose de jóvenes que, a su vez, admiran su empuje y se alimentan de su ejemplo.

Todo un lujo, poder acoger ese foro para emprendedores y trascender de la insularidad, sirviéndose de la tecnología, para abrir mentes.