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El nuevo curso escolar empieza con tres directores expedientados e imagino que pasando un auténtico calvario personal, una sentencia del TSJIB que paraba el TIL y un decreto ley (dos horas después de la sentencia) para aplicarlo de forma impositiva, falta de profesores en algunos centros( como el colegio Mestre Duran), recortes en los recursos que necesitan los niños con algún tipo de problemática, recorte en la cuantía y número de becas y un endurecimiento para tener acceso a ellas, encarecimiento de matriculas universitarias, etc. El panorama no es bueno lo miremos por donde los miremos, y la comunidad educativa, con el apoyo de muchos padres, se ha visto empujada, con muy malos modos, a convocar una huelga y diversos actos de protesta.

Los casta política y sus voceros, puestos a dedo y bien remunerados, se han enrocado en una postura autoritaria y cerril alejada del dialogo y del consenso. Se han empeñado en mantener un pulso con toda la comunidad educativa. Por más que intenten disfrazar sus acciones de otra cosa, las razones reales están bien claras: piensan que la educación pública es un nido de adoctrinadores contrarios a sus planteamientos y quieren acabar con ellos, además llevan en la impronta de sus genes una concepción social netamente clasista, es decir no creen en la igualdad de oportunidades ni de lejos, pero como queda muy feo decirlo en público nos intentan liar con debates absurdos y cortinas de humo muy cansinas. Y esto es así por más que mareen la perdiz.

Sí señores, caminan con paso firme hacia una sociedad de pocos ricos y muchos pobres, hacia una sociedad donde los privilegios de cuna valdrán más que los derechos sociales, hacia una sociedad donde la democracia quedará ridiculizada a meter un papel en la cajita cada cuatro años, a una sociedad donde prime el productor-consumidor y no el ciudadano, hacia una sociedad servil y dócil que perderá el tiempo peleándose entre iguales mientras los de arriba, Gin tonic en mano, se reirán contando dinero y escondiendo cadáveres, hacia una sociedad que olvida su historia para condenarse a repetirla, hacia una sociedad donde se admira al corrupto, hasta que es pillado, y se burla del honrado porque con los principios no se compra el pan.

El poeta y novelista francés Víctor Hugo escribió:" abrid escuelas para cerrar cárceles", pero esta sociedad enferma y manipulada hasta la tibia pide a gritos barrotes y orden a cualquier precio, por eso nuestros dirigentes políticos apelan tanto a las mayorías silenciosas, por eso se tapan miserias y destruyen las pruebas que puedan implicar a los suyos, por eso llegan a acuerdos oscuros que les mantenga tocando poder a unos y otros de forma endogámica.

Yo no sé a ustedes, queridos lectores, pero creo que cada vez está más claro que este no es un problema entre los profesores y los miembros de la casta política, este es un enfrentamiento entre los que quieren un futuro mejor y los que trabajan para las elites económicas, porque al hacerlo reciben sus migajas y les basta para vivir bien, pero que muy bien.

A pesar de todo me niego a perder un halo de esperanza, esperanza en que la cordura y la sensatez aparezcan de nuevo, esperanza en que el dialogo, la reflexión pausada, los puntos de encuentro y el bien común se impongan a los modos arrogantes y prepotentes. Y me niego a perderla porque quiero creer que todos queremos lo mejor para nuestros hijos, porque todos deberíamos creer en la igualdad de oportunidades y porque casi todos intentamos comportarnos de forma educada, aunque algunos se empeñen en seguir faltándonos al respeto.