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El documento que esta mañana entregan en la sede del Consell al presidente Santiago Tadeo los representantes de 26 entidades menorquinas ha tenido un largo recorrido, de muchos meses, pero al final han sido posible consensuar el texto.

La reivindicación de un «compromiso político» para conseguir la tarifa plana y universal en los trayectos con Palma, Barcelona, Madrid y Valencia es el resultado de un proceso, con muchas reuniones, idas y venidas, diferentes borradores sobre la mesa... porque detrás del concepto genérico «mejorar el transporte aéreo» hay distintos criterios y planteamientos.

Seamos realistas: si las aerolíneas dejan de cubrir las rutas con Menorca, si contamos hoy con menos frecuencias, y si el trayecto Palma-Menorca ha perdido 78.000 pasajeros en estos últimos cinco años es porque nuestro modelo económico -la tantas veces elogiada en los años 80 y 90 via menorquina del creixement- ha perdido el dinamismo y el músculo que lo había caracterizado en anteriores etapas. Con la caída de la actividad económica se reduce

el número de usuarios de las líneas con Menorca.

Sin una «masa crítica» de pasajeros, las compañías aéreas no apostarán por Menorca e incrementarán rutas y frecuencias. Entonces solo nos queda la solución de 'papá Estado»', porque gracias a la OSP Menorca-Madrid hoy sigue en funcionamiento este trayecto, que dejó de operar durante el invierno de 2012 porque no había suficientes usuarios. Pero después criticamos que el gobierno central destine más recursos a este trayecto para que siga en funcionamiento este año. Y, además, vamos a pedir ahora la declaración de servicio público para las conexiones con Barcelona y Valencia, porque en invierno opera una única compañía.

Menorca debe crear producto y recuperar dinamismo e impulso para volver a ser atractiva.