ALMUERZO EN EL TORO CON EL COLEGIO DE CONSULTORES. El cardenal Cañizares ha visitado Menorca en situación de sede vacante. Escuchó con atención, observó y tomó nota. Apuntó el mes de mayo

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Ya piensan más en el 26 de junio -nuevas elecciones en segunda vuelta que nadie desea- que en el fallido primer debate de investidura, previsto en tres actos los días 1, 2 y 5 de marzo. Porque tanto Pedro Sánchez como Albert Rivera son conscientes de que se han embarcado en el pacto del vuelo sin motor y sin combustible para despegar.

Hemos entrado en la dimensión desconocida de la política española a la que alude Enric Juliana, con el advenimiento del 'gran centro' al que no quieren adherirse, en esta fase de tiento y postureo, los seis diputados del PNV Rita Barberá replica con alusiones a Gramsci y el PP se enroca. Rajoy moverá ficha cuando el candidato socialista no supere el listón de los 130 diputados. Se avecinan los idus de marzo, que aportarán muchas sorpresas.

El PSOE reclamará una segunda oportunidad para sumar más apoyos, siempre y cuando Pedro Sánchez no salga muy malherido del envite.

Con la estrategia marxista (de Groucho Marx) de los principios intercambiables intentará abducir -léase forzar la abstencióna Podemos, cuyo portazo al acuerdo con Ciudadanos ha arrastrado a los dos diputados de Izquierda Unida y a los cuatro de la coalición valencianista Compromís. Sánchez afronta más riesgos y trampas, como los resultados finales de la consulta a la militancia. En Menorca se desmarca el secretario general de la UGT, Servando Pereira, que no se muerde la lengua: «el acuerdo con Ciudadanos con es reformista ni es progresista, es una auténtica tomadura de pelo hacia las bases del PSOE, sus simpatizantes, sus votantes y para toda la clase obrera». Ni motor ni gasolina para volar.

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'Un pacte dolent'

Aunque el 'gran centro' no va a prosperar, al menos en primera vuelta, suscita tensión y muchos nervios en el Govern tripartito de Francina Armengol-Marc Pons-Biel Barceló.

«És un pacte dolent per Menorca», advirtió a primera hora de la mañana del jueves Nel Martí. Según el portavoz de Més per Menorca, porque este acuerdo izquierda-derecha no da respuestas a los retos del transporte aéreo, la nueva financiación y el Régimen Especial. Añadió que «también es negativo porque afecta a la estabilidad del Parlament y los Acords pel Canvi».

Cabe suponer que se refiere al Govern, porque este Parlament actúa al margen del Ejecutivo autonómico PSOE-Més, con Podemos/Xelo Huertas en la presidencia, en situación de equilibrio inestable desde el primer día de la legislatura. A continuación saltó Alberto Jarabo para, en la línea de lo manifestado por Pablo Iglesias en Madrid, afirmar que «el PSOE ha escogido a Ciudadanos la opción de la gran coalición y no el gobierno del cambio de progreso que proponía Podemos». Más madera.

Pero lo que realmente preocupa a Podemos es «la imagen de Xavier Pericay negociando un Régimen Especial para Balears». La imagen, siempre la imagen. Mucha más tensión, más nervios. También en el PSIB-PSOE, donde quieren a Pedro Sánchez en La Moncloa, pero con el apoyo de Podemos y la abstención de Ciudadanos «porque la remota posibilidad de que Xavier Pericay termine siendo un aliado político interpuesto -ese cuñado molesto que hay en todas las reuniones familiares- produce urticaria a toneladas en la sede socialista». (Nekane Domblás). Si llega a cuajar algún pacto de gobierno en Madrid con la participación de Ciudadanos, la temperatura política del tercer Pacte en Balears alcanzará niveles de ebullición, con un Xavier Pericay fundador de Ciudadanos, llamado a desempeñar un papel relevante.

La casta funcionarial

Podemos y PP han vuelto a coincidir en censurar al Govern por ampliar las plazas de libre designación (cargos de confianza) para varias jefaturas de servicio. Una decisión que vulnera el acuerdo parlamentario de limitar estos puestos. Nuevo frente entre Podemos y quienes desempeñan el Govern de la Comunidad (PSOE y Més): «ha aumentado la distancia comunicativa entre nosotros y el Govern», proclama Jarabo. Desde Més per Mallorca, David Abril tiene la sensación de que «en algunas cuestiones, Podemos fuerza la discrepancia» y que no puede pretender ser informado antes de toda la gestión del día a día, como el nombramiento de los jefes de servicio. Recordó Abril: «Podemos prefirió controlar en vez de gestionar». O sea, Alberto, si queréis saber a quien vamos a nombrar, entrad en el Govern.

Según este diputado, «hay una casta de altos funcionarios que muchas veces no facilitan las cosas» y ralentizan la labor del Govern del Pacte. Vamos a nombrar, pues, más cargos de confianza.

El reglamento

Después de los desacuerdos en torno a la ecotasa -que el PI salvó, sobre la campana-, Podemos ya no exige incluir en el proyecto de ley los porcentajes de reparto por islas. A cambio, reclama un acuerdo sobre los criterios del reparto pero por escrito, por aquello de verba volant, scripta manent, para incorporarlo en el reglamento. Como Romanones, cuando se redacte el reglamento ya nos encontraremos.

PREGUNTAS DE LA SEMANA

¿Cuándo cerraron Lluís Casals y Joan Molas el acuerdo para la reincorporación de Ashome a la patronal hotelera española?

¿Dará a conocer Més per Menorca el contenido del plan de acción 2016-2019 aprobado en la asamblea del 20 de febrero?

¿Qué políticos acudirán a la concentración nacionalista en Maó el martes para denunciar la 'españolización de Menorca'?

¿Cuál es la urbanización de Ciutadella en la que, después de Ses Salines (Es Mercadal), se instalarán buzones concentrados?