Consell y Govern comparecen este mediodía para explicar los motivos por los que Icomos ha descartado la candidatura Menorca Talayótica y las causas por las que no obtendrá la declaración de patrimonio cultural de la humanidad.
Podrá intentarlo en una próxima convocatoria, pero ya será a partir de 2019. En este momento se desvanece la ilusión de un proyecto que había cosechado un amplio apoyo ciudadano e institucional, con el pronunciamiento a favor de la sociedad civil menorquina.
La presidenta del Consell, Maite Salord; la nueva consellera de Cultura del Govern, Fanny Tur; el conseller de Menorca Miquel Àngel María y el director insular de Patrimonio, Antoni Ferrer, han de contestar a una triple pregunta: ¿qué ha pasado?, ¿en qué se ha fallado? y ¿por qué Menorca ha perdido esta oportunidad? A partir de sus respuestas sabremos cómo se ha defendido la candidatura menorquina, cuya potencia y carácter excepcional ningún experto pone en duda; y por qué no ha prosperado en la fase final.
Porque algo no ha funcionado en este proyecto. Ahora hay quienes ya dirigen la mirada hacia Mallorca, pero desde hace semanas las noticias que circulaban sobre la candidatura menorquina no eran buenas. El verano pasado se perdió la oportunidad de remitir a la reina emérita, Doña Sofía, el dossier sobre Menorca Talayótica, que suscitó su interés en el transcurso de la recepción en el Palau de l'Almudaina. Nunca llegó a sus manos. Era un apoyo decisivo.
No es momento de nervios, ni de buscar filtraciones, sino de actuar con serenidad. Se impone un ejercicio de transparencia y también se abre una exigencia de responsabilidades ante lo que, en este momento, transmite una sensación de fracaso para todos los menorquines. Podremos intentarlo, pero, ¿cuándo?
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