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Intervención pronunciada en la presentación de "Guera Civil española. Los libros que nos la contaron", de Fernando Calvo.

Un economista metido a investigador, llamado Fernando Calvo González-Regueral, que ha doblado el cabo de los 45 años y se define a sí mismo como "heterodoxo". Este madrileño es el autor de un "libro de libros", que llega hoy a Menorca de la mano de un emprendedor inquieto e intrépido, lector infatigable y con amistada cimentada en los años de la Transición, llamado Jesús Flórez, con amplia trayectoria en la política local y en distintos sectores de la economía menorquina

Esta sería la presentación corta de quien ha tenido la benedictina paciencia de leer, releer, condensar, interpretar, valorar y sintetizar los textos que se han escrito sobre la contienda que asoló España desde 1936 a 1939, aunque los años de plomo empezaron antes y acabaron después.

Fernando Calvo y su obra, un trabajo riguroso, de excelente factura, que denota el manejo ágil de muchas fuentes, se merecen mucho más.

¿Quién es este economista que define el libro que hoy presentamos como "una humilde antorcha que solo ha querido ser una historia de la Historia de la Guerra Civil"?, una antorcha que ilumina, aporta claves y desvela muchas conductas y comportamientos.

Fernando Calvo González-Regueral (Madrid, 1971) es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Alcalá de Henares y ha trabajado en distintos campos profesionales, que abarcan desde los servicios financieros y la formación para trabajadores a la publicidad y los servicios culturales. Es hijo de legionario. Su padre fue oficial de la Octava Bandera, en Larache, durante la época del Protectorado.

EN LA LITERATURA, ha sido finalista del Premio Feria del Libro de Madrid con su poemario "La soledad matemática" y publicó su primera novela en 2009, "Queridísima Elena: desde el frente de batalla". También ha publicado ensayos históricos, entre los que destacan un "Atlas ilustrado de batallas de la Guerra Civil española" y "La Guerra Civil en la Ciudad Universitaria", que cuenta con tres ediciones.

Con esta obra sobre la historia de la Guerra Civil española, que hoy presentamos en el Ateneo de Mahón, ve culminado un proceso de investigación al que ha dedicado años de trabajo, con entrevistas a protagonistas de los hechos, consultas a archivos y numerosas lecturas de textos relacionados con la materia.

Sostiene Fernando, en la entrevista que publicamos hoy en el diario MENORCA, que "la derecha más reaccionaria de nuestro país sigue manteniendo la tesis de los años cuarenta y a la izquierda más trabucaire le pasa lo mismo. Deberíamos hacer un esfuerzo para comprender las razones de los otros".

ESTE VOLUMEN nos invita a reflexionar y a esforzarnos para comprender los motivos, los hechos y las circunstancias del enfrentamiento que desembocó en la Causa General, custodiada en el Archivo Histórico Nacional, al final de la calle Serrano de Madrid. Allí encontramos el testimonio de las dos Españas más grises, viscerales y virulentas, porque -como advierte el autor en cita acertada de Gregorio Marañón"ser liberal es estar siempre dispuesto a entenderse con el que piensa de otro modo". Y en 1936 nadie estaba dispuesto a ceder.

Fernando Calvo ha ido tirando hilos y ha tejido una obra espléndida, donde escuchamos las voces -gritos, lamentos, órdenes, opiniones y decisiones- de requetés, falangistas, monárquicos, republicanos, socialistas, comunistas, anarquistas, sacerdotes, militares, hispanistas, vascos, catalanes... y, por supuesto, historiadores.

Este libro, en su primer borrador, iba a titularse "Vamos a contar mentiras", porque la Guerra Civil española nos había sido explicada de forma engañosa durante décadas. Pero, se pregunta en voz alta: ¿no es la suma de muchas realidades particulares lo que nos puede ayudar a comenzar siquiera a comprender los hechos históricos?, ¿no habrá residido el problema durante todos estos años en el propio lector?, ¿no habrá sido él quien haya preferido ser el engañado, leyendo sólo la parte de la historia que más se amoldara a sus ideas, a su tradición, a sus prejuicios?

Con esta obra dejamos de vernos en el espejo de San Camilo, únicamente de perfil. Fernando no quiere que sigamos de perfil, al proponernos una visión panorámica, mucho más amplia y rica, y desde las distintas perspectivas ideológicas.

Escribo hoy en "Es Diari" que en nuestra Isla, los relatos sobre la Guerra Civil española transitan entre "Menorca liberada" que en 1941 escribió José Cavaller Piris y el "Llibre d exilis" que este año ha publicado Josep Portella. Los menorquines del bando nacional sufrieron durante la guerra primero y en la posguerra, a partir de febrero de 1939, los del bando republicano.

En los libros hay publicados se condensan la historias de la Historia de la Guerra Civil en Menorca, pero aún nos sigue faltando un relato entero y global de lo que sucedió en la balear menor a partir de julio de 1936 y las repercusiones de la guerra tras la rendición de la Isla republicana a bordo del crucero inglés "Devonshire" a espaldas del Gobierno de la Segunda República, en febrero de 1939, cuando el final de la contienda ya era inminente.

Ojalá Fernando Calvo -aunque se confiese aburrido de la temática guerracivilista- acepte y asuma la redacción de este libro de libros de la Guerra Civil en Menorca una asignatura pendiente que se nos escurre entre los dedos porque apenas ya quedan testigos vivos en la línea de "Guerra civil española. Los libros que nos la contaron", ensayo del que Luis Alberto de Cuenca ha escrito que "la Guerra Civil española tiene, a partir de ahora, una brújula en este tomo canónico, objetivo y riguroso".

Aquí tenemos este libro con las vivencias y los ecos de vencedores y vencidos, contextualizadas en cada momento. Según Fernando Sánchez Dragó, "todo el mundo debería leerlo para entender un poco, o un mucho, lo que aquí sucedió entre el 18 de julio de 1936 y el 1 de abril de 1939", aunque, insisto, la guerra empezó antes y acabó después.

Acabo, y lo hago con una reflexión lúcida de Fernando Calvo: "La Guerra Civil fue, por encima de todo, nadie lo olvide, una guerra civil. El drama de toda una sociedad desgarrada por la más cruel de las desgracias que la historia puede depararle a un país. Una tragedia en la que hubo cientos de miles de muertos, familias partidas, destrozos sin fin y consecuencias que se han prolongado en el tiempo mucho más de lo que hubiera sido razonable.

Un fracaso de la convivencia, una auténtica desmesura, un monumento a lo peor que somos capaces de hacer como país, una perenne lección negativa en la que mirarnos cuando el genio español vuelva a enfurecerse con la intolerancia y con el odio y el apetito de la destrucción".

Un drama que exige justicia, que reclama piedad y reconciliación.

Porque para que una guerra como esta no vuelva a repetirse debe ser recordada, eso es, conocida y estudiada con rigor y sin odio, como ha hecho Fernando Calvo. Porque la Guerra Civil de 1936 a 1939 pudo haber sido evitada, pero imperó el afán del enfrentamiento, la intolerancia, el rencor, la inquina, la ira y el encono, que triunfaron sobre la libre expresión de ideas, el afecto, el diálogo, el respeto, la tolerancia y el convencimiento de que, como dijo Voltaire: "No comparto tu opinión, pero daría mi vida por defender tu derecho a expresarla".

Afortunadamente, hoy, más de ochenta años después, en esta España las libertades y los derechos, en este foro que es el Ateneo de Mahón, podemos debatir desde distintas ideologías sin afán de enfrentamiento, apelando a Cicerón, "historia est magistra vitae".

Ateneu de Maó, 19 de abril de 2018.