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La decisión del Ayuntamiento de Zamora de fijar una tasa por tener perro, ha reabierto un debate, nunca zanjado del todo, sobre la tenencia de mascotas y la convivencia en el entorno urbano. Sin embargo en Menorca, en Alaior, se llevaba años aplicando esa tasa por animal (recordemos que no solo es un impuesto perruno) y se había normalizado sin quejas, salvo las que surgen ahora por parte de aquellos residentes en el municipio que tienen perro o gato y piensan que a cambio deberían tener mejores servicios. Pero el argumento se repite en los ayuntamientos, y alegan que el destino de la recaudación es para limpieza y mantenimiento, de modo que los dueños ayuden a pagar por las molestias que producen sus mascotas.

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Las dudas sobre esa nueva tasa son muchas. Para empezar, solo se podrá aplicar a quienes tengan a su animal debidamente identificado y censado, mediante un chip; la realidad es que cada día llegan a las perreras muchos animales sin ese chip que pueda conducir al propietario desalmado que los abandona, o que los deja tirados en una cuneta. Por lo tanto, solo pagarán la tasa los de siempre, los que se cuidan de identificar a sus perros y los quieren, les dan atención veterinaria (por cierto, todavía con un escandaloso 21 por ciento de IVA); aquellos que pasan de normativas, que hacen criar sin control, que hacinan perros o gatos, que los abandonan, ni se van a inmutar. Huele a lo de siempre, pagar justos por pecadores. De otro modo, si realmente se ofrecieran parques bien cuidados y servicios, y se fuera igualmente contundente con el maltrato y el abandono, incluso se pagaría a gusto. Pero no creo que sea buena idea segmentar el pago de impuestos y tasas según las actividades de los contribuyentes, sino fijar una política impositiva justa y después solidaria. De lo contrario, ¿para qué quiere el usuario de un parque canino financiar el carril bici que no usa? ¿O la pista de petanca del jubilado o el tobogán del niño si no es padre, o la limpieza de la arena si no va a un ‘jaleo’? Pagamos todos para el disfrute de todos, sin discriminaciones.