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En octubre de 1990 desembarcó en el diario 'Menorca' Mariví Alcalde, una joven periodista de Navarra, noble, serena y rigurosa. No recuerdo cómo se enteró de que había una vacante en Deportes, el caso es que le pedí que redactara la crónica de un partido del Barça que jugaba ese día y la enviara por fax (el correo electrónico aún tardaría muchos años en llegar). Su trabajo era correcto, por lo que, de acuerdo con el director, Bosco Marqués, se aprobó su contratación y Mariví cambió su pueblo, Andosilla, por Maó en pocos días.

Ella fue la primera periodista deportiva de la Isla que ejerció en exclusiva en esta sección. Lástima que su condición de pionera no haya tenido hasta ahora demasiada continuidad con el paso de las décadas porque la inmensa mayoría de profesionales han seguido siendo hombres desde entonces.

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En seguida hizo buenas migas con el añorado Mario Delgado, entonces portavoz del Sporting en la Segunda División B. Pisó el Municipal Mahonés, Los Pinos de Alaior y el campo del Menorca, preferentemente. A pesar de las dudas que planteó su llegada al diario, no por ser mujer sino por el desconocimiento lógico que tenía del deporte insular, Mariví se aclimató con celeridad a su nuevo trabajo. Lo hizo con discreción pero con arrojo. Jamás mostró un rictus de desagrado cuando tenía que acudir a un escenario deportivo o redactar una noticia determinada. Tampoco se refirió nunca a posibles actitudes discriminatorias en el ejercicio de su profesión.

Aguardaba paciente en la puerta de los vestuarios hasta que salía el entrenador y los jugadores de turno para entrevistarles. En los primeros partidos su presencia era objeto de miradas de toda índole porque sorprendía que una mujer ejerciera el periodismo deportivo en la Isla. Un utillero del Isleño le dijo, incluso, que ponía nerviosos a los jugadores. Pero ella lo hizo con tanta naturalidad que se ganó el respeto en un entorno absolutamente masculino, tanto de sus compañeros como de los deportistas. Mariví fue un ejemplo de feminismo práctico, discreto pero efectivo, que conquistó parcelas de terreno sin alzar la voz. Hoy es una feliz redactora de informativos en Ser Tafalla. Una excelente compañera.