Congreso. El panel refleja la votación sobre la prórroga del Estado de Alarma - REUTERS

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El estado de alarma decretado ante la crisis de los controladores aéreos continuará hasta el 15 de enero. El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó ayer la prórroga con los votos de PSOE, CiU, PNV y CC, mientras que el PP se abstuvo. Los votos en contra fueron de ERC, IU, ICV, BNG, NaBai y UPyD. Durante el debate sobre la solicitud de autorización del Ejecutivo para ampliar este precedente, el Gobierno ha apelado a la posibilidad de que se repita el caos aéreo del pasado tres de diciembre, cuyas consecuencias ha calificado de "demoledoras" y "catastróficas". Mientras tanto el principal partido de la oposición se queja de que las opciones que plantea el Ejecutivo en la Cámara Baja sean elegir "entre lo malo y lo peor". El martes, el vicepresidente Rubalcaba explicaba que el presidente no defendería la prórroga porque le coincidía con un Consejo Europeo "importantísimo", sin embargo, Zapatero ha asistido, finalmente, al debate del pleno del Congreso.

La petición del Ejecutivo ha sido defendida por el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, y ha contado con el respaldo de 180 de los 320 diputados presentes. Mientras que los 131 del PP se abstuvieron y los nueve restantes lo rechazaron.

La propuesta de Esquerra Republicana (ERC) e IU-ICV ha sido rechazada por 181 votos en contra y 144 a favor. Esta propuesta consistía en limitar el estado de alarma a las torres del control afectadas por la paralización y poner fin al mismo cuando se constate que no existe ningún problema.

Las razones que Jáuregui ha defendido para solicitar la prórroga del estado de alarma son "esencialmente" las mismas que provocaron su declaración. Así lo ha explicado el ministro de la Presidencia en el debate del Pleno, donde ha asegurado que "persisten problemas" que impiden la recuperación de la normalidad "esté suficientemente garantizada".

En el periodo navideño van a operar más de 100.000 vuelos con más de 3,5 millones de viajeros, de ellos, 2,5 millones internacionales. Está en juego la credibilidad del Gobierno y la economía que trae a España el turismo, por ello Jáuregui ha insistido en que "la simple incertidumbre representa un coste inasumible".

Para la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, es la "absoluta incompetencia" del Gobierno la que genera el estado de alarma. Ha señalado la falta de "capacidad, autoridad y tiempo" del Ejecutivo para resolver el conflicto con los controladores como los motivos que han llevado a la votación de este jueves en la Cámara Baja. Aunque ha afirmado que su partido "no se opondrá" a la prórroga porque es la única manera de abordar la situación que tiene el Gobierno, "no puede respaldarla de ningún modo".

La anécdota de la sesión de este jueves ha tenido forma de bronca, la que se inició cuando, tras la pertinente llamada a votación para decidir su se ampliaba o no el estado de alarma, el presidente del Congreso, José Bono, ordenó cerrar las puertas del Salón de Plenos. Una decena de diputados, en su mayoría del PP, no pudieron acceder a tiempo al hemiciclo y se quedaron en los pasillos. Bono ha recordado a los diputados su "obligación" de estar presentes en las sesiones plenarias, a la vista de las protestas de los 'populares'.

La solicitud para prorrogar el estado de alarma es, a opinión de Santamaría, de justificación "endeble" por carecer del informe del Consejo de Estado, pese a los quince días que han tenido para solicitarlo.

Los controladores se habían comprometido a cumplir
Unas horas antes de que se aprobara la prórroga del estado de alarma, los controladores habíann entregado en el Congreso de los Diputados un escrito suscrito por "cerca del 90 por ciento" de estos profesionales en el que dejan patente su compromiso de "continuidad de servicio" si el Gobierno levanta el estado de alarma y comienza una negociación con el colectivo. El ministro de Fomento, José Blanco, ha afirmado que este manifiesto es un "gesto" que su departamento valora, pero ha indicado que, por el momento, "no hay elementos" suficientes para creerles. En este sentido, ha recordado el acuerdo que los controladores firmaron el pasado trece de agosto y que "ha quedado en papel mojado".
El portavoz del sindicato de controladores USCA, César Cabo, entregó ayer jueves a las 11.00 horas en el Registro del Congreso el compromiso del 90 por ciento del colectivo de recuperar la normalidad. Los controladores ponían dos condiciones: poner fin a la alarma y reanudar la negociación.