Así vive la monarquía la crisis del coronavirus.

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Desde que estallara la pandemia del coronavirus han sido muchos los miembros de la realeza europea que han mostrado su solidaridad con discursos alentadores o agradecimientos al personal sanitario, pero ahora dan un paso más en la calle y atienden llamadas, donan alimentos, preparan comida o ejercen el voluntariado sanitario.

Sofía, esposa de Carlos Felipe de Suecia, se ha presentado de voluntaria sanitaria en un hospital para ayudar en la pandemia. «Era su deseo» y para ello, durante tres días, recibió formación para atender adecuadamente tanto a pacientes como a familiares. «Ahora estoy trabajando en una de las unidades de atención del hospital junto con otros compañeros en el apoyo y relevo de personal de atención en diversas tareas, incluida la atención y limpieza de pacientes. (…) Tener la oportunidad de ayudar en este momento difícil es extremadamente gratificante ¡Gracias!», ha manifestado.

La princesa heredera Victoria de Suecia visitó un centro de preparación de comida para personas desfavorecidas en el que, además de interesarse de primera mano por la labor que allí realizan los voluntarios, no dudó en ponerse manos a la obra y preparó cajas de alimentos para ayudar a la gente sin hogar y vulnerable.

Por su parte, Máxima de Holanda, ataviada con abrigo de flores y mascarilla, ha visitado una fábrica de respiradores para los pacientes de las UCI, tecnología vital en estos momentos. Al igual que otras reinas, como es el caso de Letizia, Máxima de Holanda también realiza teletrabajo y videoconferencias desde su despacho en el Palacio de Huis ten Bosch.

Felipe VI, además de las reuniones con el presidente del Gobierno, fue uno de los primeros en visitar el hospital de Ifema en Madrid.

Felipe de Bélgica, tras recuperarse del coronavirus, y su mujer Matilde, ambos protegidos con mascarillas, visitaron el hospital de Lieja para conocer cómo había hecho frente el centro sanitario al aluvión de pacientes contagiados. Unos días antes, Matilde y sus hijos se pusieron manos a la obra e hicieron gofres para los ancianos de una residencia, además de llevarles tartas artesanas y flores.

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Además la pequeña Éléonore de Bélgica, de 12 años, también quiso sumarse a la iniciativa llevada a cabo desde el Palacio de Laeken de establecer conversaciones telefónicas a los mayores que se encuentren solos, en concreto a los del centro de atención residencial De Gulden Lelie (Amberes) y habló con algunos de ellos por teléfono.

Sophie de Wessex, esposa de Eduardo de Inglaterra, se ha convertido en cocinera con un grupo de restaurantes que prepara comidas para el Servicio Nacional de Salud. Con delantal, chaquetilla de chef y mascarilla, la nuera de Isabel II ha demostrado sus habilidades culinarias, preparado espaguetis para la comida del personal sanitario.

Junto a ella, Sarah Ferguson y Eugenia de York son de las que más iniciativas está haciendo a pie de calle con los afectados, y no dudan en desplazarse para donar productos de higiene básica, alimentos no perecederos o preparar diferentes platos de comida.

Alberto de Mónaco reduce un 40% el presupuesto de la Casa Real

Alberto de Mónaco, que también dio positivo con COVID-19 retomó su agenda, provisto de su correspondiente mascarilla, y acudió a un centro de atención telefónica, dedicado a personas que tienen síntomas leves y que no requieren hospitalización.

El Palacio de Mónaco anunció que ha decidido reducir su presupuesto de este año cerca de un 40% en el marco de los ajustes económicos que se están haciendo en el Principado como consecuencia de la pandemia de coronavirus.

La dotación para sus gastos pasa de los 13,2 millones de euros previstos a ocho millones, se ha indicado en un comunicado. «La gravedad de la situación impone una gestión financiera rigurosa acompañada de esfuerzos importantes principalmente en lo referente a una disminución global de los gastos del Estado», se puede leer en el comunicado.