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Cuando se habla de diversificar en bolsa se trata de invertir en distintos sectores y diferentes zonas geográficas.

El lujo es una tipología de empresa que está en muchas carteras de inversores profesionales pero en pocas de particulares, a pesar de tener un peso relevante en el EuroStoxx con Louis Vuitton (empresa de mayor capitalización en la zona euro) y Kering; además de contar con la presencia en el CAC francés de las anteriores y Hermes, o en la bolsa italiana de Ferrari.

De hecho, tal como se ve el gráfico, las dos del EuroStoxx vencen con muchísima diferencia al selectivo en un periodo de tiempo tan amplio que incluye dos crisis económicas (la inmobiliario-financiera y la de la COVID) y sus recuperaciones.

Precisamente, el comportamiento de este tipo de empresas durante las crisis es uno de sus grandes atractivos. Se trata de un sector que no acostumbra a ser castigado debido a que sus consumidores, las grandes fortunas, no se suelen resentir, más bien todo lo contrario al saber aprovechar las oportunidades (por ejemplo inviertiendo en bolsa cuando los “pequeños” venden temerosos).

Pero no es su única característica diferenciadora, de hecho no bastaría porque solo se invertiría para descorrelacionar en malos momentos.

Se trata de un segmento en pleno crecimiento, principalmente por dos motivos:
El primero es el incremento de “ricos”, especialmente en Asia, continente en el que los emprendedores están consiguiendo éxito, en el que las empresas van creciendo y sus altos cargos también y en el que la clase media, hace años inexistente, se está incrementando exponencialmente alcanzando en muchos casos el nivel de “clase media alta”.

El segundo es por la irrupción de la mujer en el grupo de personas con alto poder adquisitivo. Afortunamante cada vez hay más mujeres en puestos altos o propietarias de empresas de éxito y, a nadie se le escapa que una parte muy importante de los productos vendidos por este tipo de compañías, como bolsos o joyas, tiene un público objetivo mayoritariamente femenino.

Sería muy sorprendente que esta tendencia cambiara viendo sus sustentos, además, al ser cada vez más grandes tienen cada vez más visibilidad: la firma Dior, dependiente de Louis Vuitton, ha firmado esta semana un acuerdo para vestir al Paris Saint Germain, uno de los más visibles del mundo, sino el que más, con la presencia en sus filas de jugadores tan mediáticos como Messi, Neymar o Sergio Ramos.

Pero como siempre, nunca hay una certeza. Si no, todos los gestores y asesores invertirían el 100% de sus carteras en él.

Los dos aspectos negativos son, por una parte, su valoración: debido a las subidas de los últimos años, los ratios son cada vez menos atractivos.

Por otra, encontramos lo que a priori es una ventaja: la influencia del consumo en Asia y más concretamente en China en sus cuentas de resultados.

Como se analizó en esta sección recientemente, el Gobierno chino está interviniendo en el mercado empresarial con el objetivo de reducir la brecha social que se incrementado en los últimos años. En un primer momento las cotizaciones de estas empresas se desplomaron, la incógnita es saber si se recuperarán ante una posible calma en China.