Instalaciones ampliadas en Son Dureta. Las previsiones del Govern apuntan a que el ritmo de vacunacación aumentará de forma notable durante este mes de mayo, lo que ha hecho que se amplíen los ‘vacunódromos’, como el instalado en Son Dureta. De momento, no se vacuna a los menores.

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Balears está pendiente de la evolución de los ensayos clínicos para llegar a inmunizar contra la COVID-19 al 100 % de la población, lo que incluye a los menores de 16 años, un colectivo nada desdeñable de 173.891 personas, para los que todavía no se ha aprobado ninguna vacuna.

«La estrategia de vacunación nacional los incluye dentro de los grupos a inmunizar auque probablemente serán los últimos porque se baja por franjas de edad al ser el factor de riesgo», aclara la coordinadora de la campaña en Balears, Eugenia Carandell.

De momento, Pfizer y BioNTech buscan extender a los adolescentes el uso de su vacuna contra y ya han solicitado a la agencia europea reguladora del medicamento que amplíe la autorización de su comercializción para los jóvenes de entre 12 y 15 años.

La misma vacuna

Se trata de la misma vacuna que se está suministrando a los mayores de 16 años y que ahora se ha testado entre 2.260 participantes en un ensayo clínico, con una eficacia del 100 %. La EMA (las siglas en inglés de la Agencia Europea del Medicamento) podría tardar entre cuatro y seis semanas en validar el medicamento y, de ser favorable, hacer extensivo su uso a los jóvenes de entre 12 y 15 años. De esta manera, la tendrían a su disposición en junio.

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«Todo depende del Ministerio», augura el pediatra Edelmiro Vergés, del comité asesor de vacunas de Balears. «Todos los ensayos en menores están en fase tres. Obtendremos resultados en breve y seguro que será super efectiva. Cuando todos los demás estén cubiertos, la indicación infantil va a llegar», añade.

Si se tiene en cuenta que Balears espera inmunizar al 70 % de la población con una primera dosis en julio, no es descabellado pensar que con esta autorización se pueda garantizar una asistencia segura para el próximo curso, al menos a los institutos. De hecho, la presencialidad en la educación ha sido un factor determinante en la campaña de vacunación.

«Durante la primera ola de la pandemia pasaron dos cosas terribles», recuerda Eugenia Carandell. «Murieron muchos mayores y los niños se encerraron en casa», añade. Con el fin de asegurar la presencialidad de infantil y adolescente en los colegios, se decidió priorizar la vacunación entre los profesores como un grupo considerado esencial, «porque las consecuencias para ellos son incalculables, sobre todo entre las clases más desfavorecidas», dice.

Un total de 11.000 menores de 19 años se han contagiado en las tres olas del virus

Según el último informe de Epidemiología publicado el viernes de la semana pasada, en Balears se han registrado 4.094 contagios por COVID-19 me niños menores de 10 años y otros 6.052 e la franja que va de 10 a 19. El mes crítico fue enero pasado, en plena tercera ola. Los niños no pueden ir en el mismo colectivo que los adultos a la hora de plantear la vacunación. Una de las grandes diferencias sucede a a partir de los 65 años, más o menos cuando se considera que las defensas de una personas ya no son igual de capaces que en una personas joven y las vacunas suelen llevar un potenciador.