Padres, entrenadores y jugadoras que presentaron la moción de censura y que ahora han creado el CB Ponent | Gemma Andreu

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Hace unos días, Begoña Ogazón, líder en la moción de censura presentada en junio contra la junta de gobierno del CB Boscos, reconocía que, tras no poder prosperar la moción de censura presentada porque no se habían validado a algunos de los firmantes como socios para la temporada 2018-19, solo había dos soluciones «irse o crear un nuevo club».

El viernes de la semana pasada, ese grupo de padres de jugadores y jugadoras que se plantaron ante lo que ellos consideran una «muy mala gestión del club», optaron por la segunda opción: crear un club de baloncesto nuevo en Ciutadella. Desde entonces, se han movido entre administraciones y federación para poner en marcha todos los trámites necesarios para que su idea pueda fructificar. Los papeles de registro como entidad deportiva están presentados, la federación informada de que habrá equipos nuevos en la competición y al ayuntamiento se han personado representantes de la junta de este nuevo club para «presentarnos y pedir pistas para poder disputar los partidos», explicaba Ogazón.

Para ella, nombrada presidenta del tercer club dedicado al baloncesto de Ciutadella, la decisión parte de que «teníamos que decidir si seguir gastando energía o no en el Boscos. Y decidimos que no. Esta es la mejor alternativa para nosotros, para los niños y para los entrenadores».

El CB Ponent nace «con una ilusión enorme y mucha implicación de los padres», reconoce. Estos padres son los que se están encargando de todos los trámites y de las gestiones típicas de un club. «De momento no hay sede social, ni sitio fijo. Estamos esperando la asignación de pistas y, ahora mismo, funcionamos con una simple aplicación de Google Drive donde se pueden inscribir los niños. Ciutadella es muy pequeñita y todo se conoce. Ahora estamos trabajando a marchas forzadas para conseguir las equipaciones, hacer el logo, crear una web y perfiles en redes sociales», explica la presidenta consciente de que el inicio de las competiciones está cerca y el tiempo escaso para todo lo que tienen que hacer. Para todo ello, Ogazón tiene a su lado un grupo de padres «con muchísima implicación. Yo soy la presidenta, porque tenía que haber alguien. Pero el trabajo es entre todos y sin ellos, sería imposible tirar adelante», reconoce.

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