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Lo que cambian las cosas en una semana. El pasado día 2 el Menorca conseguía un punto considerado de oro en un campo complicado como Badalona. Se pretendía hacerlo bueno ante dos rivales directos que visitarían después el Estadi Maonès.

Y, quizá inconscientemente, se pensaba que Manlleu y Sant Andreu caerían. Sobretodo el primero al ser vicecolista. Sobre el segundo, se recordaba que en el debut en División de Honor, en su campo, se le venció.

Salió al revés, con un mal empate ante el Manlleu y una derrota ante el Sant Andreu que escuece y que parece que hace volver los nubarrones sobre el conjunto de Lluís Vidal... O incluso sobre el mismo Lluís Vidal, al ver como se incorpora un "técnico ayudante" en el club en la figura de un ex-futbolista de 1ª División, Ramón de Quintana. Cabe recordar que Vidal ya hizo un "amago" de salida tras otra mala dinámica entre las jornadas 7, 8 y 9, con tres derrotas seguidas, más una goleada en Zaragoza por 8-2 en la siguiente jornada.

En aquella ocasión, Vidal lanzó un 'órdago' afirmando que se iba si él era el problema. El mismo Vidal, un par de días después, indicó que lo que buscaba era una reacción en el colectivo pero también en el club, y que su enfado no era tanto por los puntos perdidos, sino por el "entorno": "Son cosas que hace tiempo que estoy viendo y que hay que parar. Parece que algunos se han olvidado de lo que cuestan las cosas, que somos un recién ascendido, que somos un club pequeño y que la División de Honor es un paso más y muy duro, declaraba al "Diari" dos días después.

Quizá esa acción puntual logró apaciguar la sensación negativa sobre el equipo, pero lo cierto es que después el equipo logró una sola victoria (4-3 ante San Francisco) tres empates (a un gol ante Cornellà, Badalona y Manlleu) y dos derrotas (3-0 ante Espanyol -comprensible- y 1-2 ante Sant Andreu -detonante-). En total, 6 puntos sobre 18 posibles, con bajada de rendimiento ante rivales directos y con el equipo que no gana desde el pasado 11 de noviembre. Vuelven las caras largas al ver al equipo un poco más cerca del peligro: es undécimo con 18 puntos, a cinco de la última plaza de descenso que marca el Gavà con 13. Números, por cierto, que todo el mundo hubiera firmado antes de empezar. Y ahora queda toda la segunda vuelta para enderezar el rumbo.

Lo del "técnico ayudante" tiene visos de ser una "Espada de Damocles" sobre Lluís Vidal -"yo no estoy nervioso para nada y si alguien lo está, es su problema", inquiere el técnico-. Si no se mejora la dinámica, quizá lo siguiente sea ratificar al técnico, y lo que viene después de ratificar a alguien también es muy habitual.

Pero el club se mueve. Ofrecido a Lluís Vidal hace dos semanas, con la aquiescencia del presidente Ángel Rio, ayer se apalabró la llegada de un centrocampista técnico que actúa por la derecha. Se llama Alberto Pareja, tiene 18 años y proviene del Manacor, de la Tercera División.