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Refuerza su posición en la tabla y su ánimo un Alcázar que ayer fue capaz de sacarse una espinita clavada en Alfàs del Pi (71-76). En un encuentro dominado por los locales, la férrea defensa de los mahoneses en el último periodo, en especial sobre Cuco Cruza, permitió a los de Arbalejo imponerse al segundo clasificado y adjudicarse un meritorio triunfo.

El encuentro en sí resultó muy igualado. El Alcázar salió sin presión y eso se plasmó en los primeros compases de la contienda. Entre Brian Savoy y Fran Sabaté se repartieron la dirección del juego y Ángel Piedra hacía mucho daño en la pintura, moviéndose en el poste bajo y abriendo el lanzamiento cuando la defensa local se cerraba sobre él. Aún así, eso no les bastó a los mahoneses para dominar el marcador a la conclusión del primer cuarto (23-20).

Alfàs estaba haciendo daño desde detrás del arco de 6,75, con un Cuco Cruza inspiradísimo en esa faceta. Los castellonenses empezaron a tomar rentas, pero el Alcázar, haciendo la goma, las enjugaba en arrebatos de efectividad. Ayala aportó calidad saliendo desde el banquillo, pero tres lanzamientos triples en el tramo final del periodo permitieron a los locales marcharse al descanso con una renta de siete puntos (39-32).

El duelo estaba transcurriendo por los derroteros de igualdad esperados., propios del segundo y tercer clasificado de la competición. Aunque Alfàs rompió ligeramente el duelo marchándose de doce puntos en el tercer acto. Cuco Cruza continuaba acribillando el aro insular desde el perímetro, y Arbalejo no encontraba soluciones para frenarle (57-51).

Con todo por decidir, el Alcázar se puso las pilas en el último y definitivo cuarto. Ahora sí, el técnico menorquín urdió una defensa asfixiante sobre Cruza que impidió al exterior local seleccionar bien sus lanzamientos. Los porcentajes del Alfàs disminuyeron y Alcázar empezó a emplearse a fondo en el rebote y a imprimir velocidad y tiraron de efectividad en el lanzamiento para imponerse 14-25 en el parcial.