Luis Prieto (voz y guitarra), Adrián Arce (voz y guitarra), Fernando Alcaide (bajo) y Damián Martínez (batería) crearon en 2008 Leophones, un grupo de rock bien particular, por ser todos ellos médicos. Algo que sirve como fuerte nexo de unión y para compartir preocupaciones o temas derivados de su profesión.
Fue así que en esos primeros años, reflexionando sobre el oficio de médico, dieron rienda suelta a su creatividad para expresar algunos sentimientos encontrados. El autor de la letra, Luis Prieto, recuerda que el texto surgió como «protesta» porque entendían que «la profesión médica había perdido algo de dignidad».
La letra
La canción habla de «la ilusión del chico que empieza los estudios de Medicina», para dedicarse a una tarea con un fuerte componente de «altruismo y de compromiso con la sociedad». Pero que «a medida que pasa el tiempo, te vas dando cuenta que son muchos años de estudio y con formación constante, un sacrificio para estar al día», para luego comprobar que socialmente quizá se ha convertido en una profesión poco reconocida.
Sin que eso pretenda ser una reclamación de nada, el grupo considera que ahora, con el personal sanitario recibiendo el aplauso unánime de la sociedad ante su enorme esfuerzo ante toda la crisis del coronavirus, esta canción cobra especial actualidad, pues pone de relieve el trabajo de los sanitarios.
Así, la canción, con toda su vigencia, puede entenderse como «un toque de atención de que estamos ahí para recuperar la dignidad perdida», completa diciendo Prieto, vocalista del grupo.
Y es que como añade su compañero desde las baquetas, Damián Martínez, al fin y al cabo, de lo que se trata es de reivindicar la importancia de la Sanidad, para que «los gobiernos entiendan» que hay capítulos en los que ni se puede ni se debe recortar.
El vídeo musical ha sido elaborado por el bajista del grupo a partir de imágenes de Leophones en conciertos y ensayos y también con fotografías de colegas de profesión. Y aparecen también dos músicos que han colaborado con ellos, Tilman Mijares, teclista y también médico, y la violinista Violant Menorca, la única que es músico profesional.
Desde el grupo quieren dejar constancia que este montaje pretende ser un ‘gracias’. «Es un agradecimiento a los profesionales, a quienes han fallecido y a los contagiados», por haberse enfrentado a este coloso sin los medios necesarios y con unas condiciones extremas. Y por hacerlo cada día sin pararse a pensar en su propio bienestar, sino en el bien común y la imperante necesidad de ganar al virus.
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Gracias por el video y por vuestro trabajo