El viernes por la tarde, la expedición visitó la Naveta des Tudons, Lithica y el entorno de Punta Nati.

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Unas visitas a Maó y a Torralba d’en Salort sirvieron para cerrar ayer el 41 Foro de Asociaciones yGestores Culturales que organizaba Hispania Nostra. Un evento que reunió a numerosos expertos, que han podido compartir y debatir sobre el tema central, patrimonio y sostenibilidad.

El encuentro empezó el jueves y ha contado con numerosas visitas, así como conferencias y ponencias, celebradas en la Illa del Rei y en el Llatzeret, en el puerto de Maó. Desde Hispania Nostra, asociación sin ánimo de lucro declarada de utilidad pública, su presidenta Araceli Pereda valoraba «muy positivamente» este foro, donde se han podido compartir experiencias «con personas con problemas parecidos», con relación al patrimonio cultural. «Lo que no se conoce no se ama, pero falta educar más al pueblo, no académicamente, sino a que aprenda a valorar el patrimonio que ve, que lo interiorice, porque es de todos». En este sentido, considera Pereda que «necesitamos un cambio de valores, a veces se da más valor a otras demandas sociales que a la cultura».

Patrimonio como atractivo

Durante las jornadas «hemos visto qué ocurre con el patrimonio por el despoblamiento, pero también que el patrimonio puede servir como elemento de atracción, como símbolo de identidad, porque forma parte de nuestra herencia».

Sobre los problemas que comparten las entidades y gestores culturales, tienen que ver con la necesidad de otorgar mayor valor al patrimonio cultural, para que la sociedad, como tal, lo considere algo fundamental en «el orden social». Por otro lado, echan en falta más educación, más recursos y una mayor implicación social. «Las instituciones públicas son imprescindibles, pero se necesita de la colaboración de entidades», que realizan una labor de incalculable valor.

Es ahí donde Pereda pone el acento en el caso menorquín. En la primera conferencia, Cipriano Marín habló en la Illa del Rei de «Menorca como paradigma», explicaba la presidenta de Hispania Nostra. «Menorca es el ejemplo de cómo la sociedad civil y los voluntarios pueden contribuir de forma determinante en la conservación y recuperación del patrimonio». «Por eso hemos premiado a tres entidades», la Fundación de la Illa del Rei, la asociación Lithica y al movimiento que ha defendido Punta Nati, encabezado por la Societat Històrico-Arqueològica Martí i Bella. Unos casos que, «más que sorprenderme, me admiran y me congratulo por ello», concluye Araceli Pereda.