Un colegio el 28 de mayo en Ciutadella, donde la mitad de la población se abstuvo de votar. | Josep Bagur Gomila

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Una negociación es un tira y afloja, un cedo por aquí pero me das por allá, hasta lograr un acuerdo que al final resulte más o menos satisfactorio para todas las partes o al menos todas ganen algo. En ese escenario están los tres municipios en los que las urnas han privado de mayoría suficiente a los partidos.

A veces se producen contrapartidas chocantes, como la de Ciutadella. El PSOE, con un puñado de votos más que el PSM-Més, y el mismo número de concejales ambos, cinco, ha dicho que la alcaldía le corresponde. La formación nacionalista, por su parte, prefiere verlo como un empate técnico y reclama la alcaldía compartida, dos años cada uno. Pero los socialistas han dicho que esa es una de las famosas líneas rojas y no cederán.

Hay un tercer invitado, Ciutadella Endavant, una agrupación de electores heredera -siquiera ideológicamente- de la marca Podemos con dos mandatos formando parte del equipo de gobierno compartido con los otros dos grupos y bajo la alcaldía de PSM-Més.

Este tercer invitado ahora tiene poder decisorio, es el que suma el undécimo concejal, la mayoría absoluta que necesita la izquierda. Es parte importante en la negociación y ha entrado en la misma de forma decisiva, aunque la iniciativa no es precisamente suya.

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Sebastià Servera como alcalde

El lunes tuvieron una reunión a tres bandas y el PSM asumió que los socialistas no ceden en la reivindicación del 2+2 años de alcaldía. Pero tampoco querría que el PSOE se quedara la vara de mando y ha propuesto que la alcaldía recaiga en Sebastià Servera, el concejal de Ciutadella Endavant.

Así consta en el documento presentado como contraoferta del PSM para ese segunda ronda. Y en ese punto se ha atascado la negociación, en el reparto de las sillas, hasta una nueva cita convocada para ayer mismo a las nueve de la noche. PSOE y Ciutadella Endavant debían reunir antes a la ejecutiva y a la asamblea respectivamente para decidir sobre la propuesta incluida en el citado documento.

Sebastià Servera asegura soportar ahora una gran presión por el desentendimiento entre los dos grandes. No concreta sobre la respuesta de su grupo sin antes haberla planteado a la asamblea, pero señala que el documento incluye otros puntos que también han de hablarse.

La presión es para los tres grupos, sus votantes no les perdonarían que el gobierno municipal fuera a manos del PP por no haberse puesto de acuerdo. La situación recuerda de soslayo las elecciones de 1999, cuando Pau Lluch, Independents de Menorca fue aupado a la alcaldía por los grupos de la izquierda.

El apunte

En Maó y en Es Mercadal el acuerdo está próximo entre los grupos de la izquierda

Los negociadores del acuerdo por parte del PSOE y Ara Maó se reunieron el lunes y entre hoy y mañana volverán a verse las caras para cerrar un acuerdo que quedó madurado en ese encuentro. Los socialistas han recogido el mandato de la asamblea orientado en ese único sentido, pactar con quienes han sido sus socios durante los últimos ocho años con las nuevas condiciones surgidas de las urnas, que han reforzado el papel del PSOE con un concejal más y han rebajado el de la lista encabezada por Jordi Tutzó, un concejal menos.

En Es Mercadal, el PP asume que queda fuera de cualquier escenario para el acuerdo, que, sin embargo, está cerca de ser cerrado y firmado entre el PSOE, con Marc Pons como mentor del alcaldable Jesús Gomila, y la Entesa de Es Mercadal y Fornells.