La población ha vivido dos días de intensas emociones | Javier Coll

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Apenas sin tiempo de recuperarse tras un intensa primer jornada, Sant Climent retomó este domingo el pulso de la celebración de su fiesta grande desde primera hora. A las 9.30 horas de la mañana ya sonaba el toque de diana a cargo del grupo Cap de Fibló, anunciando que había por delante una jornada en la que el calor iba a apretar. Y así fue. A medida que transcurría la mañana, y mientras la qualcada iba tomando forma, Sant Climent fue llenándose de gente para celebrar la que, según algunos lugareños, ha sido la fiesta más concurrida de los últimos años.

De nuevo el protocolo se respetó con bastante puntualidad, ya que eran cerca de las 10.30 horas cuando se cumplió con la tradición de la entrega de la bandera. Una vez concluida la Missa de Caixers, el pueblo se volcó cuando pasaban diez minutos del mediodía con la celebración de un espléndido jaleo.

Tras dos vueltas, y la entrega de las cañas verdes, los jinetes ofrecieron a los asistentes una nueva pasada, justo cuando la fiesta empezaba a alcanzar su momento de máximo esplendor, coincidiendo con la interpretación de la samba a cargo de la Banda des Migjorn Gran.

Así se puso el broche a una fiesta que se disfrutó por todo lo alto hasta las 15.30 horas, cuando el medio centenar de jinetes que ha cabalgado este año se dirigió hasta la sede de la asociación vecinal para disfrutar de la tradicional beguda.

Tras unas horas descanso, al caer el sol, la fiesta se retomó en la población, aunque a un ritmo mucho más pausado. Fue el momento de disfrutar de la música tradicional al son de el grupo Arrels de Menorca, y ya de noche de bailar al ritmo de canciones más modernas con la Motown Hits Ever.

Con el espectáculo de fuegos artificiales previsto para la medianoche terminan dos días de fiestas e intensas emociones. Sant Climent vivirá hoy una jornada mucho más tranquila, pero igualmente divertida gracias a la celebración la tradicional fiesta del agua, el «Temporal de xaloc».

Un jinete ingresa en el 'Mateu Orfila' tras caerse del caballo

La segunda jornada de fiesta se saldó con la caída de tres jinetes del caballo. Uno de ellos, de 48 años, fue evacuado por una UVI móvil hasta el Hospital Mateu Orfila. Fuentes del centro hospitalario informaron de que el herido «sufrió un traumatismo lumbar y abdominal cerrado». Aunque su vida no corría peligró, el equipo médico decidió que el cavaller pasara la noche ingresado.

Durante la primera jornada de fiestas, Creu Roja atendió a 25 personas y realizó un traslado al 'Mateu Orfila' de madrugada, sin registrarse ningún accidente de gravedad.

En lo que se refiere al parte de incidentes del domingo, tras la finalización del jaleo se efectuaron un total de 14 atenciones, ninguna de ellas por accidentes de gravedad.