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Nació el 4 de marzo de 1962 en Santander. Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid e inició su carrera en Radio Minuto Fórmula de Cadena SER. Debutó profesionalmente ante las cámaras en el concurso "El bote de Don Basilio" y presentó a su vez el programa infantil "Cajón Desastre". Pero, sin duda, su aparición estelar en el programa de Jordi Estadella "Un, dos, tres" la ha convertido en uno de los personajes más televisivos, teatrales y cinematográficos de la historia del arte escénico español. La actriz Míriam Díaz-Aroca destaca en platós, escenarios y pantallas por su desparpajo, su simpatía y su envidiable sentido del humor. El próximo sábado a las 21 horas en el Teatre Principal de Maó el público isleño podrá conocer a la actriz, quien viene dispuesta a provocar reacciones con su puesta en escena.

Llega a Menorca "Adulterios" con unas artistas de lujo. ¿Con qué se encontrará el público?
Con un tesoro, con la oportunidad de ver un cóctel absolutamente de lujo con un texto de Woody Allen y dirección de Verónica Forqué, con un reparto estupendo de actores y actrices que defendemos cada palabra y sentimiento de Woody Allen. El público está disfrutando muchísimo y nosotros, los actores, mucho más.

Es una obra que evidentemente habla de infidelidades.
Como mismamente reza el título.De cuernos.

¿Y cómo es Carol?
Maravillosa. Es un personaje que me ha enriquecido mucho como actriz y que me da la oportunidad que en una hora y media pueda ofrecer diferentes matices y registros, un regalazo para una actriz. Es un personaje primitivo con un tormentoso mundo emocional porque es una mujer que no ha sido feliz e intenta copiar a su amiga Phyllis. A partir de sus intentos por ser feliz comete errores. Es un personaje que yo quiero muchísimo.

Ha asegurado en alguna ocasión que es un personaje que no tiene nada que ver con Míriam, pero que es el mejor papel que ha hecho hasta el momento. ¿Es así?
Mis dos personajes preferidos son Cruella de Vil, del musical "Los 101 dálmatas", y Carol. Cuando haces de unos personajes que distan mucho de ti, que tienes que recrearlos, inventarlos, que tienes que vestirte, hablar y sentir diferente, es un reto maravilloso y con lo que más te puedes enriquecer y formar.

¿Cree que la historia que nos presenta Woody Allen retrata la pura realidad?
Creo que sí, siempre es un asomo a la ventana de la realidad, es un tema ya costumbrista el de las infidelidades. Pero él recrea el tema de los engaños con su toque brillante e ingenioso. Son unos textos maravillosos que no tienen desperdicio, con una sorna y una ironía, con un veneno tremendo que, al mismo tiempo que se siente la dureza de los sentimientos, Woody Allen lo trata con un sentido del humor tremendo.

Es un personaje conocidísimo que ha conquistado por doquier por donde haya pasado. ¿Cuál es el secreto del éxito?
La dedicación, la confianza y por supuesto, esta parte que no puedes controlar, que es la suerte. Pero yo creo que cuando eres trabajador y tienes talento y lo demuestras y te esfuerzas con honestidad, humildad y constancia, al final tienes tu recompensa.

¿Y qué diría que le falta para acabar de llenar ese baúl de éxitos?
Absolutamente todo. Seguir haciendo, creando, descubriendo, aprendiendo y seguir disfrutando sin límite.

¿Conoce Menorca?
Sí. Soy una gran viajera a Menorca. He pasado gran parte de mis vacaciones de un par de años en Menorca navegando, atracados en las costas, recorriendo calas, degustando la maravillosa comida menorquina y disfrutando de sus gentes y su climatología.

¿Y qué espera de ese reencuentro?
(Ríe) Estoy deseando que haga buen tiempo porque creo que estaba bastante chunguillo, ¿verdad? Para mí Menorca es un remanso de belleza en todos los sentidos. Y voy con estas ganas de reencontrarme con lo que recuerdo de la Isla. Para mí es una explosión de amabilidad, de belleza en sus paisajes, de tranquilidad en sus aguas, una desconexión, un disfrute.

Se suele decir que los inicios nunca se olvidan. ¿Cómo fue aquello de contabilizar las respuestas acertadas en "Un, dos, tres"?
Era una parte del trabajo porque el show incluía a su vez cantar y bailar. Es una parte de mi vida y estoy muy orgullosa de ello.