Aparcamientos. El último que se ha creado, en la calle Vasallo, se satura con rapidez - Gemma Andreu

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El equipo de gobierno de Maó lleva meses gestionando un plan de reordenación de los aparcamientos, con el objetivo de dar mayor movilidad a los vehículos y mejorar las facilidades para acceder al centro. El Consistorio debatirá hoy en sesión plenaria la propuesta que pone los detalles a este plan y que ayer fue tratada en la comisión informativa de Servicios Generales.

Alrededor del centro de Maó existen cinco zonas de aparcamiento públicas: Sínia des Cuc; Vasallo; Padre Petrus y dos en Vives Llull. El Ayuntamiento ha constatado que muchas se ellas se saturan y que se produce poca rotación de los vehículos. Algunos permanecen aparcados durante días. Para conseguir una mayor movilidad el Ayuntamiento va a cobrar por estacionar. La gestión correrá a cargo de la empresa Dornia, concesionaria de los parquímetros. La tarifa general será de 20 céntimos por hora, sin embargo se establece un sistema que permitirá reducir el coste a la mitad. El Ayuntamiento ha previsto la distribución de dos tipos de tarjetas, una para residentes en cualquier punto del municipio y otra para quienes viven en las zonas de parquímetros. Con las dos será posible dejar el coche estacionado en uno de los aparcamientos públicos por un precio de 10 céntimos a la hora.

Estas tarjetas tendrán otras utilidades. El acuerdo del Ayuntamiento con Dornia prevé el incremento de los precios en la actual zona de parquímetros. Las tarifas de invierno establecen un coste de 60 céntimos a la hora, que se incrementará a 80, según la propuesta que hoy debate el pleno. Con la tarjeta de residente el precio se mantiene en 60 céntimos, que se reduce a 40 si se trata de vecinos de la zona y disponen de la tarjeta específica. En estas áreas, las tarifas de verano ascienden a 1,50 euros, que con las tarjetas se reducirán a 80 céntimos la hora (residentes en general) y a 60 céntimos (residentes de la zona).

Las tarjetas de aparcamiento deberán adquirirse y tendrán un coste de expedición de diez euros. En otras zonas donde se aplica este sistema, según fuentes municipales, este precio se duplica y tiene una validez anual. En el caso de Maó, se ha gestionado para que sea útil durante más de dos años.

El Ayuntamiento también ha negociado con los propietarios de los tres aparcamientos subterráneos de la ciudad, ubicados en las plazas Explanada y Miranda y junto al Ocimax. Estas áreas privadas de aparcamiento no consiguen incrementar la ocupación, posiblemente por una cuestión de precio y de hábito. El acuerdo contempla precios muy especiales. La tarifa actual es de 1,50 euros por hora. Con la tarjeta de residente en el municipio se podrá utilizar el aparcamiento por 20 céntimos, excepto en los meses de julio y agosto, cuando la demanda de plazas es más elevada.

Estos parkings ofrecen alrededor de 600 plazas en zonas céntricas de Maó, lo que significa que la reducción de precios puede facilitar el acceso a la zona comercial y fomentar de esta forma su actividad.